Si finalmente la OPA del grupo Luksic sobre el Santiago de materializa, el Santander optará por acatar la política empresarial impuesta por el primero.
Lo que pretende en Santander es no aparecer como controlador del Banco de Santiago, ya que es consciente de que la autoridad chilena no vería con buenos ojos, el control por parte de un solo grupo de los dos Bancos más importantes del país.
Aunque la actitud del Santander quiere parecer transparente, los mercados siguen recelosos ante este exceso de control y sobretodo ante la información privilegiada que manejarán. Luksic ha querido salir al paso y se ha comprometido a tratar este problema con el BSCH, pero solo después de haberse concretado la OPA, barajando la posibilidad de que el BSCH participe en el Santiago a través de directores profesionales no vinculados al Santander.
En cualquier caso la OPA de Luksic sobre el Santiago es un respiro para el Santander, ya que le permite mantener su participación en el Santiago, evitando la posibilidad de ser acusado de poseer una posición dominante en el mercado.
Aunque el Santander ha declarado que las inversiones financieras no se mantienen para toda la vida, se prevé que la relación con Luksic sea larga, sobretodo a juzgar por la capacidad que tienen las acciones de seguir subiendo durante algún tiempo.
Así pues, con toda probabilidad Luksic tome el control del Santiago, mientras la española busca establecer un pacto de accionistas que regule las relaciones de ambos inversionistas, siguiendo con la política de dar transparencia a todas sus actividades financieras en Latinoamérica.
BSCH: SOBRETODO TRANSPARENCIA FINANCIERA.
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