Según ha denunciado la eurodiputada socialista Carmen Cerdeira, secretaria de Movimientos Sociales de la Ejecutiva Federal del PSOE, Bermúdez recibió la oferta del GIL de pagarle 75 millones de pesetas, un trabajo con "un buen sueldo" para su marido y un piso en Marbella (Málaga).
El supuesto pacto entre la diputada Bermúdez y el GIL depende también de que ella apruebe los modos de gobernar de los hombres del alcalde de Marbella, Jesús Gil. De lo contrario, Bermúdez dejaría la Asamblea de Ceuta y daría paso a una nueva moción de censura, esta vez contra el GIL, que permitiría recuperar el poder al actual Gobierno del PP.
Ahora el candidato del GIL para gobernar Ceuta es Antonio Sampietro, quien ha anunciado que Jesús Gil se querellará contra Joaquín Almunia por haber llamaro "mafioso" a su partido, y contra cualquier otra persona que acuse de Susana Bermúdez de haber sido "comprada" o "sonornada" por el GIL.
Rencores ancestrales
Según algunas versiones, la denuncia de la eurodiputada socialista Carmen Cerdeira contra su ex compañera de partido Susana Bermúdez obedece a una larga historia de enfrentamientos por el poder entre las dos grandes familias socialistas en Ceuta: los Bermúdez y los Cerdeira. Lucha que llegó a la máxima tensión cuando, una vez que el PSOE pactó con el Partido Popular los puestos de Gobierno en la Asamblea de Ceuta actual, Susana Bermúdez exigió tener la Consejería de Educación y la viceconsejería de Participación Ciudadana para su marido, Francisco Cazalla.
El PSOE no concedió tales cargos a Bermúdez y su marido, sino que se los dio a los Cerdeira. Concretamente, la Consejería de Educación es hoy controlada por Alfonso Cerdeira, y la vicepresidencia de Participación Ciudadana para Juan Gómez, hombre próximo a esta familia.
Carmen Cerdeira, que fue delegada del Gobierno en Ceuta, ya había expresado sus temores sobre Susana Bermúdez, de la que dijo que era "económicamente muy vulnerable".