El endurecimiento de las leyes andorranas no ha provocado un cambio de actitud entre los contrabandistas. La Guardia Civil ha detenido a un total de diecisiete contrabandistas desde que se puso en marcha la reforma del Código Penal en el principado de Andorra, una reforma que penaliza con dos años de prisión la exportación ilegal de tabaco, explosivos, drogas o máquinas de juego.
Las últimas detenciones efectuadas han sido de siete en la zona de fronteriza de la aduana de la Farga de Moles y diez más en diferentes puntos del Alt Urgell. No obstante, las incautaciones son de pequeñas cantidades de tabaco, ya que en los últimos años "La operación montaña" desplegada a finales de 1997 erradicó las mafias y el contrabando de partidas multimillonarias.
En dieciseis de los casos la sanción ha sido económica, al no superar el millón de pesetas la cantidad de tabaco intervenida.