EL funcionario, de 39 años, había presentado su dimisión por razones de salud en 1998 como contable del subgrupo de espionaje adscrito al Estado Mayor General del Ministerio de Defensa de Suiza. Sin embargo, gracias a formularios falsos, continuaba pidiendo dinero para pretendidas reuniones, seminarios inexistentes o cursillos sobre inteligencia, y se acercaba al Banco Nacional suizo para recibir el dinero en efectivo.
Para cometer el fraude también presentaba justificantes como facturas de hoteles y restaurantes. Gran parte del desvío de dinero tuvo lugar tras su salida del Ministerio; el perjuicio asciende a 5,76 millones de dólares (casi 900 millones de pesetas). El sospechoso, detenido con su compañera, niega los hechos.
La semana pasada, el sucesor del contable detenido dió la voz de alarma provocando el inicio de una investigación judicial y la posterior detención. Se ha abierto una investigación administrativa a petición del ministro de la Defensa de la Protección de la Población, Adolf Ogi, para determinar si el ex contable actuó solo, imitando las firmas de los comandantes de las unidades, y por qué no funcionaron los controles del departamento.
El escándalo se produce años después de otro que también afectó a finales de 1995 al Ministerio de Defensa. Entonces, la violación de secretos militares involucró al coronel del Ejército suizo Friedrich Nyffenegger, condenado en diciembre de 1998 por la Justicia militar de Suiza a una pena de prisión con la sentencia en suspenso y al retiro anticipado forzado. Perseguido también por la jurisdicción penal por abuso de confianza, corrupción y estafa, el oficial debe comparecer ante los tribunales en septiembre.