Los restos de un caza norteamericano F-117 son el nuevo "trofeo" que los militares serbios han obtenido como resultado de los intensos ataques de la Alianza Atlántica contra Yugoeslavia. No está claro si el aparato ha sido alcanzado o se ha estrellado como consecuancia de algún fallo, pero el Gobierno de Belgrado asegura que las baterías antiaéreas han abatido no uno, sino dos aviones aliados.
Pero esta vez, el presidente Slodoban Milosevic, no podrá mostrar las imágenes del avión caido por la televisión yugoeslava. Los bombardeos que han tenido lugar esta noche se han cebado en lo poco que quedaba en pie y funcionando de la TV de Belgrado, así como en otras instalaciones "estratégicas" de las principales ciudades de la República de Serbia.
Aznar quiere "más dureza"
Por otra parte, el presidente del Gobierno español, el conservador José María Aznar, se ha unido a las voces del presidente norteamericano Bill Clinton y del presidente inglés Tony Blair para pedir "más dureza" a la NATO en sus ataques contra Yugoeslavia y para que la Alianza Atlántica estudie seriamente la posibilidad de una invasión terrestre.
Aznar se convierte así en uno de los pocos políticvos europeos partidarios de estas acciones militares, cuando cada vez son más los gobiernos aliados que an pedido justamente lo contrario. Las disensiones internas en el seno de la Alianza Atlántica van poco a poco incrementando, dado que al comienzo se creía que las operaciones militares contra el régimen de Belgrado durarían tan sólo unos días, luego se habló de uno o dos meses y ahora se calcula que no acaben hasta el próximo invierno. La primera voz disonante en el seno de la NATO fue la del Gobierno de Italia, base principal de las operaciones que se están llevando a cabo contra la vecina Yugoeslavia. El segundo país en mostrar sus reticencias fue Grecia, también vecino de la Federación Yugoeslava.