Gobierno y parlamentarios chilenos comienzan a impacientarse y por tanto a presionar, para que el BSCH se deshaga del 35,4% que posee en el Banco de Santiago o en su defecto venda el Santander, de acuerdo con el pacto que suscribió con la Superintendencia de Bancos.
Esta inquietud, que está forzando una serie de contactos a alto nivel entre autoridades chilenas y españolas, está por otra parte, colocando al Banco Central en una situación incómoda, ya que fue él mismo quién tras firmar un convenio con el BSCH, le entregó una opción preferente de compra sobre sus acciones en el Santiago, a partir del 15 de mayo del 2000.
Este apartado del convenio entre el Central y el BSCH ha sido motivo de disputa y críticas desde el principio e hizo fracasar la oferta del grupo Luksic para retomar el control sobre el Santiago. La falta de transparencia en esta operación quedó patente en ese momento, aunque después se parcheara con la promesa del BSCH de deshacerse en el plazo máximo de un año, de uno de los dos bancos.
En estos d¡as se espera que la Superintendencia de bancos pida cuentas al BSCH sobre las medidas adoptadas para iniciar la desconcentraci¢n, ya que el BSCH ha tomado un control casi monop¢lico del mercado.
Son el ministerio de hacienda y el banco central los que deben efectuar la desconcentraci¢n bancaria, pero por el momento no se ha visto movimiento alguno.
Ante tanta incertidumbre la c mara de los diputados pretende crear una comisi¢n especial investigadora, que analice lo sucedido entre el Banco Central y el BSCH y el grado de concentraci¢n en el sector bancario. Un poco tarde ya para esto.
EL BSCH SE HACE EL REMOLÓN A LA HORA DE DESHACERSE DEL SANTIAGO
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