Antonio Rosinos compareció anoche ante el juez que investiga el asesinato, a manos de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación), del médico Santiago Brouard, vinculado a los sectores más radicales del nacionalismo vasco y militante del partido Herri Batasuna, el «brazo político» de la organizción terrorista ETA. De su declaración y careo con otros testigos se deduce que Rosinos sabía con antelación que el médico nacionalista iba a ser asesinado por estos grupos parapoliciales, y que no sólo no hizo nada para impedirlo, sino que encubre a los asesinos.
Por el llamado ½caso Brouard+, el segundo más famoso de los GAL, el juez había ordenado la detención y encarcelamiento del comisario general de Información, Jesús Martínez Torres, nombrado por Rafael Vera (secretario de Estado para la Seguridad), que también está implicado en el secuestro del ciudadano vasco francés Segundo Marey, el primero de los «casos GAL», que suman 28 delitos, algunos d sangre.
El careo entre Mart¡nez Torres y Rosinos se prolong¢ durante varias horas. Al finalizar, ya a altas horas de la madrugada, el juez que lleva el caso determino que Mart¡nez Torres hab_ia sido enga_ado por su subordinado, Antonio Rosinos, y que la responsabilidad del asesinato no pod¡a recaer sobre ‘ste. Por eso dict¢ la libertad sin cargos de Mart¡nez Torres.
Por el contrario, el magisrado considera suficientemente clara la implicacion de Antonio Rosinos en el crimen. Del testimonio prestado, se deduce que Rosinos conoc¡a con antelaci¢n que el m’dico nacionalista vasco iba a ser asesinado en su consulta, como as¡ ocurri¢; que no hizo nada para evitarlo, como era su obligaci¢n, y que adem s se ha dedicado durante todos estos a_os a encubrir a los asesinos y obstruir a la justicia para que este crimen quede impune. Por eso, dict¢ su aut de prisi¢n.