Cuatro países europeos están implicados en el escándalo de los pollos y huevos tratados con dioxina, sustancia extremadamente peligrosa y cancerígena, tras el anuncio ayer lunes por Alemania que estaba igualmente afectada.
Trece empresas o explotaciones agrícolas, – nueve en Bélgica, una en Francia, una en los Países bajos y dos en Alemania -, han sido suministradas por la empresa belga Verkest, distribuidora de los productos contaminados.
Según el Ministerio de Agricultura alemán, las dos explotaciones afectadas en este país están situadas en Renania del Norte,- Westfalia -.
Los pollos son alimentados casi exclusivamente con harinas de procedencia animal, excepto los que llevan impresa la denominación » alimentados con grano». Además a estos pollos se les inyectaban antibióticos, no con el fin de mantenerlos sanos, sino con la intención de acelerar su crecimiento.
EL ESCáNDALO DE LOS POLLOS
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