En 1998, por segundo año consecutivo, la demanda de los fondos de inversión orientados a las operaciones de capital riesgo y capital desarrollo en España ha crecido considerablemente.
Entre las causas de este crecimiento (un 40 por ciento en 1998) están la escasa rentabilidad de la deuda pública y los elevados precios de las acciones que cotizan en bolsa, así como que las expectativas de crecimiento para la economía española son superiores a la media europea.
La convergencia de los tipos de interés, la inflación y déficit con otros países también motivan este crecimiento. Todos estos fenómenos obedecen a la política económica que está siguiendo el Gobierno de José María Aznar, para preparar a España para la llegada e implantación del euro como única moneda de la Unión Europea.