El FMI (Fondo Monetario Internacional) quiere que la cajas de ahorros españolas se conviertan en sociedades anónimas que compitan, en igualdad de condiciones, con el resto de las entidades bancarias. Las cajas de ahorros tienen apoyos del Estado que las permiten financiarse más barato y conceder más fácilmente créditos, e incluso asumir riesgos difícles de justificar. Esto ha provocado las quejas del resto de los bancos españoles, que el FMI empieza a escuchar.
Para que las cajas de ahorros se conviertan en entidades bancarias privadas tendría que cambiar la ley en vigor sobre este asunto. Las cajas, de momento, rechazan la posibilidad de reconvertirse en bancos porque consideran que esto supondría su final. Pero en Gran Bretaña, Bélgica e Italia ya se han producido experiencias similares en las que las antiguas cajas se privatizaron y hoy son entidades bancarias triunfantes.