Los siete diputados del GIL en la Asamblea melillense han anunciado que harán "todo lo posible para presentar una moción de censura", con la ayuda del PIM ùliderado por Enrique Palacios, tránsfuga del Partido Popular en la anterior legislaturaù y de UPM, de Juan José Imbroda, a quien el PP ha prometido la presidencia del nuevo Gobierno. Palacios no descarta negociar con el GIL, pero Imbroda dice que no lo hará bajo ningún concepto.
El GIL abandonó ayer el Gobierno de Melilla, pero reveló que Mustafa Aberchan, presidente de la ciudad autónoma, se había comprometido a ceder la presidencia del Gobierno durante los dos últimos años de legislatura al partido del alcalde de Marbella, Jesús Gil y Gil, según declaró su portavoz, Crispín Lozano. Lozano añadió que se sienten ahora "traicionados por Mustafa, y es cierto que en el pacto de Gobierno al que llegamos nos prometió que los dos últimos años de legislatura estarían presididos por nosotros. Era un reparto de mitad de tiempo para cada uno, pero nos afirmó más, y es que en el momento del cambio trataríamos siete diputados con siete diputados sobre la mesa, refiriéndose a los siete que nosotros tenemos por una parte y por otra los cinco de ellos más los dos diputados del PSOE".
Aberchan, por su parte, dijo que "el GIL son unas siglas secuestradas por Jesús Gil y sus intereses particulares y puntuales". Aberchan insiste en que sólo se irá de la presidencia si le echan con una moción de censura, pero el PP, UPM y PIM le han dado de plazo hasta las 10 de la mañana del lunes para que dimita. Si para entonces no se ha ido, le presentarán una moción de censura, para la que confían en el apoyo del PSOE, que tiene dos escaños.
Querella contra Aberchan
La Fiscalía de la Audiencia Provincial de Málaga ha presentado una querella contra el presidente de Melilla, Mustafa Aberchan, por los presuntos delitos de prevaricación y comportamiento injusto, al haber promulgado un decreto en sentido contrario a una resolución de la Junta Electoral Central.
Aberchan dictó un decreto el 10 de agosto pasado que atribuía a la diputada tránsfuga del PSOE Malika Mohamed el derecho a ocupar el escaño en la Asamblea a pesar de que ya había renunciado a él. La Junta Electoral Central (JEC) resolvió lo contrario al considerar que no había posibilidad de marcha atrás en la dimisión que Mohamed.