La Fiscalía de Gran Bretaña envió el martes por la noche una nota a la Audiencia Nacional pidiendo instrucciones precisas sobre su actitud, si el fallo es contrario a la extradición de Augusto Pinochet.
En esa carta, Brian Gibbins, uno de los responsables de la Fiscalía británica, hace referencia a la visita que le hicieron el martes pasado, dos funcionarios de la cancillería española. Los funcionarios españoles habrían dicho que en caso de un fallo favorable a Pinochet, todavía no había instrucciones precisas.
Gibbins reclamaba, entonces, una aclaración, pues el juez Baltasar Garzón había dispuesto que si el fallo era favorable a Pinochet se apele dicha sentencia inmediatamente. Brian Gibbins preguntaba si estas disposiciones prevalecían sobre las de los funcionarios de la cancillería española.
Estos hechos contradicen el desmentido formulado ayer por los portavoces del gobierno español de José María Aznar. Y en particular, dejan una larga sombra de duda sobre lo que puede ocurrir este viernes si el fallo del juez amigo de Margaret Thatcher favorece a Augusto Pinochet.
El propio funcionario, autor de la carta, confirma la incertidumbre cuando afirma que deber consultar al Director de la Fiscal¡a Poblica del Reino Unido. Su duda nace ante el evidente conflicto de intenciones entre la justicia espa_ola y los representantes del gobierno de ese pa¡s.
Si el fallo no concede la extradici¢n, s¢lo un recurso de apelaci¢n inmediata, evitar¡a la puesta en libertad y consiguiente regreso a Chile de Pinochet. Eso es precisamente lo que procura evitar el Juez Baltasar Garz¢n.
La soluci¢n poblica al interrogante ocurrir ma_ana, cuando cerca del mediod¡a, en Londres, el juez Ronald Bartle pronuncie su fallo. No estar all¡ Augusto Pinochet, porque el magistrado accedi¢ al pedido de su defensa, que alegaba razones de salud. (Cl/QR/Au/Pl/ap)
EL GOBIERNO DE AZNAR INCURRE EN GRAVES CONTRADICCCIONES
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