En los Presupuestos del Estado para el próximo año se incluirá una subida de dichas pensiones, aunque el presidente del Gobierno no especifica de qué cuantía. El Ejecutivo ha condicionado siempre dicha subida al consenso entre todos los partidos.
Aznar ha vuelto a reiterar que en los Presupuestos para el 2000 se empezará a dotar un fondo de garantía de las pensiones futuras. La creación de este fondo estaba recogido en el Pacto de Toledo que se firmó en 1995 y tiene por objeto crear un remanente para cuando descienda el número de cotizantes. Este fondo se nutre con los excedentes de las cotizaciones sociales de los trabajadores.
Para ello, en los Presupuestos se culminará la división de fuentes de financiación de las pensiones contributivas y no contributivas. Es decir, las primeras se financiarán sólo con cotizaciones sociales y las otras con impuestos.
Esta división estaba también contemplada en el Pacto de Toledo y, a la vez, es condición previa para la constitución del fondo de garantía.
La cuarta medida anunciada por Aznar es la renegociación del Pacto de Toledo, firmado en 1995 y que tenía fecha de caducidad para el año 2000. El Ejecutivo no quería abrir este debate antes de las elecciones generales, pero se ha visto obligado tras la presión del PSOE y la decisión de algunas comunidades de subir unilateralmente las pensiones. La duda es si ahora, poco antes de las elecciones, es posible el acuerdo. Por eso, Aznar ha pedido responsabilidad al PSOE para abordar la reforma del Pacto de Toledo, a pocos meses de las elecciones, y recordó que el PP lo firmó cuando estaba en la oposición, poco antes de los comicios. Y añadió que no podía pedir coherencia al PSOE porque hace un año el líder de la oposición (José Borrell) proclamó que la Seguridad Social estaba en quiebra y ahora su sustituto (Joaquín Almunia) asegura que está "boyante".