El documento en cuestión se titula "Propuesta de gestión para el curso 1999-2000 en los ámbitos de socialización, iniciativas políticas y funcionamiento interno". En él, la Permanente del Pacto de Lizarra también plantea la conveniencia de establecer contactos con otras instancias de los estados español y francés y de Euskadi.
Los objetivos de estas entrevistas se centran en ofrecer a los respectivos interlocutores que los nacionalistas vascos tengan en cada momento una información "veraz y directa" sobre la declaración de Lizarra, con especial énfasis en que se trata de una opción "democrática y abierta" para resolver el problema vasco.
Por otra parte, el consejero vasco de Interior, Javier Balza, ha apoyado la posibilidad de que se establezca una mediación internacional en los contactos entre la banda terrorista ETA y el Gobierno español, mediación a la que éste no se muestra dispuesto. Tampoco parece estar apoyada tal intervención internacional el Partido Socialista Obrero Español, ya que uno de sus representantes, Juan Manuel Eguiagaray, lo ha descartado diciendo que se trata de una oferta "rancia" que forma parte de la "vieja tradición de los nacionalistas de buscar las soluciones fuera de España".