El presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, se encontraba ayer en la cima del monte Aneto. Desde allí, disolvió el Parlamento catalán y fijó la fecha de las próximas elecciones autonómicas ùlas últimas a las que se presentará como candidato de Convergència i Unió, CiUù para el 17 de octubre.
Después de veinte años como presidente del Gobierno catalán, Jordi Pujol da muestras de temnner aún fuerzas para enfrentarse a uno de los rivales más duros, el ex alcalde de Barcelona y socialista Pasqual Maragall.
A 3.404 metros de altitud (lo que mide el Aneto), Jordi Pujol llamó desde un móvil a su colaborador directo, el consejero de Presidencia, Xavier Trias, y al presidente del Parlamento catalán, Joan Raventós, para comunicarles la disolución del Parlamento catalán y anunciar la fecha electoral del 17 de octubre.
Los últimos sondeos dan a CiU, en el mejor de los casos, una ventaja de diez escaños sobre el Partit dels Socialistes que lidera Pasqual Maragall. La campaña electoral durará 15 días, a partir del 1 de octubre. El resto de partidos catalanes temen una bipolarización de las elecciones que podría ocasionarles una pérdida considerable de votos.
Según algunos analistas, CiU y el PSC no evitan, e incluso a veces fomentan, presentar estos comicios como un duelo entre Pujol, que representa la continuidad, y Maragall, el cambio.