WegmanÆs Supermarkets, de Siracusa, en Nueva York, tiene centros de diabetes en dos de sus tiendas. Los centros son administrados por médicos de un hospital local y están equipados con aulas y laboratorios para análisis sanguíneo. En Washington, D.C., algunas tiendas de Safeway Inc. ofrecen atención médica prenatal y de maternidad.
Además de la clínica de salud, el PickÆn Save de Milwaukee también cuenta con farmacia, óptica y guardería, junto a secciones como la tintorería o la tienda de videos en sus 10.080 metros cuadrados. "Es como un minicentro comercial", dice una de las clientas de esta tienda, Lourdes Gallegos, de 30 años , que comenzó a hacer sus compras en la tienda después que se trató una lesión de la espalda en la clínica el año pasado. Ahora acude allí para ver a su médico, obtener sus medicamentos, y comprar pan y comida mexicana, todo en el mismo lugar.
Los médicos se han acogido al concepto por varias razones: muchos supermercados están abiertos día y noche, lo que proporciona "un ambiente razonablemente seguro" para hacer negocios en horas poco comunes, según Tim Hammond, director ejecutivo de Food Marketing Institute, un grupo del sector de supermercados de Washington D.C. Además, el comprador promedio visita el supermercado dos veces a la semana, lo que significa un sinnúmero de posibles pacientes.
El Dr. Carufel-Wart dice que le atrajo la idea de proporcionar servicios médicos a personas en áreas donde no suele haber muchos. Dice que la ubicación del Pick’n Save, donde trabaja, ofrece un mayor acceso a personas que de lo contrario no buscarían atención médica.
Los dueños de las tiendas también están contentos. "Nos ha ayudado a convertirnos en parte de la comunidad", según Gary Fryda, director general de Mega Marts Inc., casa matriz de Pick’n Save. Agrega que los ingresos devengados del arriendo de la clínica y otros servicios ayudan a mantener bajos los precios de los alimentos.
Pero no siempre es fácil "convencer a la gente de que le podemos dar atención médica de calidad en el supermercado", según Mark Johnson, gerente general de SmartCare, un grupo de Chicago que cerró su clínica en la tienda Kroger de Virginia Occidental, después de un año de esfuerzo en vano.