Ante los delegados que viajaron a Londres para pasar el ô 11-Sö con Augusto Pinochet, el dictador entregó una carta al vicepresidente del Senado, – Mario Ríos -, que recibirá el lunes Andrés Zalzibal, – presidente de la Cámara Alta-. Zalzibal deberá hacerla pública y poner en conocimiento sobre su contenido a todos los chilenos.
Según fuentes de Virginia Waters, el texto ha sido redactado exclusivamente por militares, – no han intervenido políticos-. Ríos no tuvo noticia alguna sobre tal documento hasta la noche del sábado.
Según estas mismas fuentes, este documento no tiene nada que ver con el emitido en 1998, en el que Pinochet justificaba históricamente el golpe de Estado de 1973. Al parecer, el dictador querría empezar a hablar de futuro y no de pasado. La división de los chilenos, el consenso, la unidad nacional o la reconciliación, serían, – según filtraciones -, palabras claves sobre la carta que conoceremos ma_ana lunes.
Para los que pensaran que Pinochet podr¡a haberse ablandado, hay que decir que se sentir n decepcionados. Segon fuentes que han tenido acceso a la carta, el dictador no pide perd¢n por los cr¡menes contra la humanidad cometidos durante su dictadura, pero segon sus allegados, » es un texto lleno de buena voluntad», debido a la presencia de las Fuerzas Armadas en la mesa de di logo chilena. +sta tampoco ser¡a nombrada en el documento, pero se intuir¡a el apoyo del dictador para que funcione.
El anuncio de esta ya famosa carta de la que todav¡a no conocemos su contenido, ya ha levantado pol’mica. Algunos creen que el encuentro con Pinochet se forz¢ para publicitar la entrega de la carta y presionar a Zalzivar para que la lea. Zalzival manifest¢ que R¡os le comunic¢ desde Inglaterra que le enviar¡a un fax, que reconoce no haber recibido.
El abogado Fernando Barros manifest¢ que hab¡a encontrado a Pinochet deca¡do y que un psiquiatra del ej’rcito chileno lo tratar desde ahora. Demasiada importancia se le ha dado al supuesto desmayo que al parecer sufri¢ el dictador el jueves, tras recibir al embajador chileno en Londres, Pablo Cabrera. Las supuestas enfermedades de Pinochet, que segon m’dicos brit nicos son perfectamente normales a causa de la vejez, corren el peligro de hacerse psicosom ticas, si todos sus allegados se empe_an en que cada vez est m s enfermo. La verdad es que en las pocas fotograf¡as que existen de Pinochet durante la jornada del 11-S, el dictador presenta un aspecto mucho m s saludable, a su edad, que cualquier familiar de torturado y asesinado.
Pese a ese buen aspecto del dictador, todos los representantes que asistieron a la reuni¢n se empe_aron en que el ambiente era de despedida, como si fuera el oltimo a_o que Pinochet celebrara un aniversario de su fatal dictadura.
EXPECTATIVA ANTE LA CARTA QUE PINOCHET HA ENVIADO A LOS CHILENOS Y QUE SE HAR- P+BLICA MAíANA LUNES
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