Anthony y Hugh Rodham, hermanos de Hillary Clinton, son objeto de ciertas acusaciones escandalosas que podrían poner en peligro el ascenso político de la esposa del presidente.
Al parecer, actuaron ilegalmente como mediadores entre empresarios y la casa Blanca, a la par que realizaron operaciones en el extranjero con hombres de negocios non gratos a la presidencia, vinculados a la mafia y el contrabando nuclear.
En 1997 surgió el primer escándalo, cuando Anthony Rodham consiguió una entrevista al alcalde de Moscú, – Yuri Luzkhov -, con Clinton, a cambio de que concediera importantes negocios a empresarios amigos del hermano de Hillary en la capital Rusa, con los que los hermanos de Hillary tenían sociedad.
Según El Times, además, el cuñado habría amañado entrevistas entre el presidente de EE.UU y ciertos fabricantes de armas.
Pero el gran escándalo surgió más tarde. Exactamente el 19 y el 27 de agosto, cuando los hermanos acudieron a la Repoblica sovi’tica de Georgia para promocionar a su nueva compa_¡a, Argo International. Se trataba de realizar una inversi¢n de 118 millones de d¢lares en seis a_os para cosechar avellanas que m s tarde ser¡an exportadas a occidente, pero result¢ que Aslan Abashidze, su contacto en la zona, estaba directamente relacionado con la mafia rusa y era uno de los mayores enemigos de Edward Shevarnadze, – presidente georgiano y uno de los mayores aliados de EE.UU en las repoblicas Sovi’ticas.
Aon siendo conocedores de esta historia, los hermanos de la » presidenta» prosiguieron sus negociaciones con Sandy Berger , al que incluso pusieron en guardia.
Sandy Berger, asesor de seguridad nacional de Clinton, advirti¢ a los hermanos que Aslan Abashidze estaba estrechamente relacionado con Grigori Loutchansky, mafioso acusado de hacer contrabando de armas nucleares por las principales agencias de inteligencia occidentales y que opinaba que su acuerdo comercial estaba siendo utilizado para atacar la pol¡tica exterior de EE.UU. La revista Times ha prometido publicar una completa investigaci¢n sobre este tema en su pr¢ximo nomero, edici¢n que puede convertirse en el » entierro pol¡tico» de Hillary.
HILLARY CLINTON PODR-A ENFRENTARSE PRÓXIMAMENTE A SU ENTIERRO POL-TICO
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