Antonio Romero denuncia a Iberia de haber violado sus derechos a la libertad de expresión, de reunión y de sufragio pasivo, entre otros. Se basa en que Iberia le impidió asistir a varios mítines programados en Tarragona y Barcelona el pasado domingo (libertad de expresión); imposibilitarle estar presente en las reuniones de campaña que tenía previstas Izquierda Unida en varios puntos de Cataluña (libertad de reunión); y no poder pedir el voto para su partido (sufragio pasivo).
Romero acudió el domingo pasado, día 30 de mayo, a las seis y media de la mañana al aeropuerto de Málaga, para tomar el avión de las siete y veinte hacia Barcelona. Pero el vuelo, como viene siendo habitual en esta línea aérea, sufrió sucesivos retrasos sin ninguna expicación. Romero no pudo estar a tiemp a las 12 del mediodía en Tarragona para acudir a un mítin, ni reunirse con sus compañeros de Izquierda Unida en esta capital, ni acudir a una comida ni ser entrevistado por un periodista tarraconense, tasl como tenía fijado en su agenda. Tampoco sabía muy bien si, al paso que iba, podría asistir al mítin fijado en barcelona ese mismo domingo por la tarde, así que decidió marcharse del aeripuerto de Málaga sin subirse al avión, que ya llevaba más de cinco horas de retraso.
Tras las pertinentes consultas con sus abogados, Antonio Romero ha presentado su denuncia contra Ibera en la Junta Electoral Central por entender que la informalidad de esta compañía aérea le ha causado a él y a su partido un grave perjuicio, estando como estamos en plena campaña electoral, aunque "es difícil calibrar el alcance de los daños y saber cuántos votos ha perdido Izquerda Unida por culpa de este incidente. Pero el responsable directo del mal funcionamiento de Iberia es el Gobierno y, muy especialmente, el ministro de Fomento, afael Arias-Salgado, que no me explico cómo a estas alturas sigue ocupando este cargo", ha dicho Romero.
Es la primera vez en la historia de la democracia española que una compañía aérea es denunciada por delito electoral.