La globalización de la economía mundial benefició a algunos pero marginó a más, según el Informe de Desarrollo Humano (IDH) difundido hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La globalización, la fuerza dominante de la última década de este siglo, está formando una nueva era de interacción entre países, economías y personas, «pero también fragmenta los procesos de producción, los mercados de trabajo, las entidades políticas y las sociedades», señala el informe.
«Así que mientras la globalización tiene aspectos positivos, innovadores y dinámicos, también tiene aspectos negativos, perturbadores y marginadores», advierte.
El estudio argumenta que las ventajas de los mercados y la competencia globalizada, sólo se pueden mantener garantizando el «rostro humano de la globalización».
«Mientras la globalización esté dominada por los aspectos económicos y por la expansión de los mercados, limitará el desarrollo humano», dijo Sakiko Fukuda Parr, directora de la Oficina del Informe de Desarrollo Humano.
«Necesitamos un nuevo enfoque de gobierno, uno que preserve las ventajas ofrecidas por los mercados globales y la competencia y que permita recursos humanos, comunitarios y ambientales que garanticen que la globalizaci¢n funcione para la gente y no s¢lo para las ganancias», apunt¢.
El estudio afirma que la interacci¢n entre pa¡ses y personas es m s profunda hoy que nunca.
Por ejemplo, las exportaciones mundiales, que en la actualidad ascienden aproximadamente a siete billones de d¢lares, promediaron 21 por ciento del producto interno bruto (PIB) en esta d’cada, comparado con 17 por ciento en los a_os 70.
En 1997, la inversi¢n extranjera directa sum¢ 400.000 millones de d¢lares, siete veces m s en t’rminos reales que en los a_os 70. Al mismo tiempo, el intercambio diario en los mercados de divisas aument¢ de 10.000 a 20.000 millones de d¢lares en los a_os 70 a 1,5 billones en 1998.
La gente viaja m s que antes. En 1980 se trasladaban por el mundo 260 millones de personas, mientras en 1996 la cifra fue de 590 millones. A pesar de las crecientes limitaciones, la emigraci¢n sigue aumentando y las remesas que env¡an los trabajadores a sus familias alcanz¢ 58.000 millones de d¢lares en 1996.
«Los viajes, la (red inform tica mundial) Internet y los medios de comunicaci¢n estimularon el crecimiento exponencial del intercambio de ideas e informaci¢n, y la gente participa hoy m s que antes en asociaciones que traspasan las fronteras nacionales: de redes informales a organizaci¢n formal», se_ala el IDH.
El informe agrega que el mundo es m s pr¢spero ahora porque el ingreso promedio por habitante tuvo un crecimiento de m s de 300 por ciento, ya que el PIB mundial pas¢ de tres billones a 30 billones de d¢lares en los oltimos 50 a_os.
El IDH mide el progreso de los pa¡ses no s¢lo en relaci¢n a su producto bruto o al ingreso por habitante, sino tambi’n con base en aspectos como la esperanza media de vida, la alfabetizaci¢n, el bienestar y la participaci¢n ciudadana.
En este contexto, la cantidad de personas que gozan de un desarrollo humano medio aument¢ de 55 por ciento de la poblaci¢n mundial en 1975 a 66 por ciento en 1997, y aquellos que padecen un desarrollo humano bajo descendieron de 20 por ciento a 10 por ciento del total.
«Pero estas tendencias ocultan una gran desigualdad, en los progresos y en los retrocesos», precisa el IDH. A pesar del enorme progreso logrado en este siglo, el mundo tiene grandes lagunas de pobreza y desigualdad que impiden cerrar la brecha entre pa¡ses y regiones.
Medidos por un ¡ndice de pobreza humana, m s de 25 por ciento de los 4.500 millones de personas que viven en los pa¡ses en desarrollo, aon no gozan de algunos de los elementos b sicos de la vida, como la esperanza de vivir m s all de los 40 a_os, el acceso al conocimiento, y servicios privados y poblicos m¡nimos.
Richard Jolly, principal coordinador del IDH, se_al¢ que es necesario situar las preocupaciones humanas en el centro del debate sobre la globalizaci¢n.
Esto ayudar a acabar con la polarizaci¢n entre ricos y pobres y tambi’n ayudar a centrar la atenci¢n en la interdependencia mundial de la poblaci¢n, y no s¢lo en los movimientos financieros. «El fin es que la globalizaci¢n funcione para la gente, y no s¢lo para las ganancias», explic¢.
El estudio propone la creaci¢n de un Foro Global que incluya a compa_¡as multinacionales, sindicatos y organizaciones no gubernamentales, para entablar un di logo que ampl¡e el gobierno mundial y d’ tanto a ricos como pobres una voz en el proceso internacional de decisiones.
As¡ mismo, el IDH propone crear un Centro Independiente de Ayuda Jur¡dica y Defensor del Pueblo (Ombudsman) para ayudar a los pa¡ses m s pobres en sus negociaciones internacionales en la Organizaci¢n Mundial del Comercio, y para que esta entidad incluya normas antimonop¢licas y un c¢digo de conducta para las transnacionales. (FIN/IPS/tra-en/td/aq/dv/99)
INFORME DE DESARROLLO HUMANO PUBLICADO HOY POR PNUD ( NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO)
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