Las fuerzas de la ONU ( Interfet) ya instaladas en Timor, han tenido que reconocer durante el pasado fin de semana, que la crisis humanitaria es mucho más grave de lo que se esperaba. Por una parte, las masacres perpetradas por las milicias se siguen sucediendo en zonas de la capital , – Dili-, y por otra, los vuelos de reconocimiento muestran una importante destrucción e incendios de pueblos enteros, en el resto de la parte oriental de la isla. En la parte occidental, los campos de refugiados donde se encuentran unas 150.000 personas, están igualmente amenazados por las milicias.
La situación plantea un tremendo problema internacional, según ha comentado David Wimhurst , portavoz de la ONU. El interior de la isla es inaccesible, por lo que los medicamentos y alimentos no pueden llegar a las personas que huyeron de sus hogares. En Dili, por segunda vez en cuatro días, refugiados venidos de la selva han cometido robos y actos de pillaje contra las fuerzas de paz, situación que deberá ser controlada para que no se convierta en otro frente de batalla.
Las fuerzas de paz han realizado un llamamiento dirigido a las milicias anti independentistas para que depongan las armas y se integren en un debate pol¡tico, mientras las fuerzas indonesias terminan su retirada y la actividad comercial se reinicia t¡midamente en la capital. Ahora solo falta que los refugiados puedan regresar a sus hogares y recibir ayudas, segunda fase programada por la fuerza de paz, que no parece podr ponerse en funcionamiento tan f cilmente.
Mientras tanto, Habibie, – presidente de Indonesia -, se enfrenta a duras cr¡ticas en Yacarta y m s de 2.000 estudiantes han marchado hacia el parlamento, atendiendo a la voz de » revoluci¢n». El presidente ha manifestado que no tiene intenci¢n de dimitir, a no se que la Asamblea Consultiva del pueblo se lo pida, en la pr¢xima sesi¢n plenaria que tendr lugar en noviembre.
LA CRISIS HUMANITARIA EN TIMOR ES MAYOR DE LA QUE SE ESPERABA
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