La Fiscalía Anticorrupción no realizó ayer nuevas diligencias, una vez que el sábado interrogó al padre de la diputada tránsfuga, ángel Bermúdez, lo que parece indicar que la posibilidad de una suspensión es muy remota, pese a que así lo ha solicitado el Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Susana Bermúdez regresó ayer a Ceuta después de trece días de haber permanecido en paradero desconocido, justo después de conocerse su abandono del Grupo Socialista y las propuestas del Grupo Independiente Liberal (GIL) de facilitar un trabajo bien remunerado al marido de la diputada, Francisco Cazalla, una consejería a ésta y una importante cantidad de dinero que, según la mayoría de las fuentes, alcanzaba la cifra de 75 millones de pesetas. Estas ofertas no han sido ni confirmadas ni desmentidas por la interesada.