El mal de las «vacas locas» sigue dando que hablar. Según algunas fuentes, la FDA (Food and Drugs Administration), institución oficial del Gobierno de los Estados Unidos similar al ministerio de Sanidad y Consumo, estudia prohibir que los norteamericanos que hayan visitado Gran Bretaña en los últimos cuatro años puedan donar su sangre. El motivo es que la FDA no las tiene todas consigo de que los norteamericanos que hayan estado en Inglaterra o en sus países británicos vecinos (Irlanda, País de Gales, etc…) no hayan ingerido carne de vaca contaminada. El mal de las «vacas locas» (encelopatía espongiforme bovina) puede alojarse en el cuerpo humano y hacer del hombre un transmisor de la enfermedad.
Como es sabido, el mal de las «vacas locas» afectó a varios países europeos entre 1995 y 1996. La encelopatía espongiforme bovina llegaba a las reses inglesas a causa de una mala alimentación por pienso, y hacía que estos animales sufrieran una degeneración del cerebro, que terminaba siendo mortal.
Despu’s se descubri¢ que el mal se transmit¡a al ser humano, e incluso algunos ciudadanos que fueron contaminados acabaron falleciendo. Pero tambi’n se ha comprobado que el cuerpo humano puede transportar la enfermedad sin que ‘sta llegue a manifestarse. Por eso, la FDA est investigando sobre el tema y no descarta prohib ir las donaciones de sangre de los ciudadanos norteamericanos que hayan estado en Gran Breta_a, temiendo que a trav’s de este medio el mal se contagie.
Fuentes no oficiales consideran que si la FDA est en lo cierto y no se pone remedio, la epidemia del mal de las «vacas locas» podr¡a llegar a afectar al diez por ciento de la poblaci¢n. Otras fuentes consideran este dato excesivamente alarmista.