La integración del IRA de la Continuidad (Continuity IRA), el IRA Auténtico (Real IRA, autor del atentado de Omagh en agosto pasado) y el Ejército Irlandés de Liberación Nacional (INLA) supone el nacimiento de una superorganización paramilitar con más de un centenar de expertos en terrorismo, que puede sembrar el caos en el Ulster, en el resto del Reino Unido y en la República de Irlanda.
El centro de la nueva organización, llamada Oglaigh na Eireann, estaría en la ciudad irlandesa de Dundalk, fronteriza con el Ulster, y sus líderes opinan que el proceso de paz no va a ninguna parte y que una campaña de violencia volvería a la opinión pública británica en contra de la presencia de su Ejército en Irlanda del Norte.
La estrategia del nuevo grupo, que reúne a los principales disidentes republicanos que ya no creen en los acuerdos del Viernes Santo, consiste en atacar objetivos civiles como bancos y multinacionales, principalmente en Londres, para sembrar el pánico y provocar un éxodo de capital extranjero.
La fusión refleja el descontento de los radicales del republicanismo ante el fracaso de las negociaciones para la formación de un gobierno en Stormont con presencia del Sinn Fein. El proceso de paz está aparcado hasta el 6 de septiembre, cuando el senador norteamericano Mitchell volverá a ejercer de mediador. El bloqueo se debe a que los unionistas se niegan a aceptar en el gobierno al Sinn Fein, brazo político del IRA, mientras no se inicie el decomiso de los arsenales terroristas. El Sinn Fein dice que semejante condición no está en los acuerdos del Viernes Santo y los paramilitares creen que sería una rendición.
Scotland Yard y el RUC (policía especial del Ulster) investigan si el desmantelamiento en EE.UU. de una red de tráfico de armas hacia Irlanda está conectado con la fusión de los tres grupos, lo cual confirmaría que se están preparando para una campaña terrorista.