A menos de diez días de la llegada del Papa a Polonia, las fuerzas del orden han quitado este viernes las cerca de 300 cruces que habían sido plantadas desde hace un año en el campo de Auschwitz por militantes católicos nacionalistas.
La operación se ha desarrollado sin incidentes a primera hora de la mañana y las autoridades han igualmente quitado una capilla erigida en las proximidades del campo por el jefe de los militantes extremistas Kazimierz Switon. El extremista fue interrogado el jueves por la policía, tras haber declarado que había tomado medidas para impedir la demolición de la capilla.
Según un portavoz del gobierno polaco, solo permanecerá la Gran Cruz del Papa, que se utilizó para una misa de Juan Pablo II en el campo de Auschwitz en 1979.
La retirada de estos símbolos del cristianismo responde a la petición de miles de judíos, que provocó la iniciativa de los radicales católicos de plantar cientos de pequeñas cruces para proteger la Gran Cruz papal.
LA POLICIA POLACA QUITA LAS CRUCES DE AUSCHWITZ
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