La reestructuración que ha emprendido Telefónica en varios de sus departamentos, más la reducciómn de su plantilla, están provocando un verdadero caos en toda la compañía, sobre todo en los departamentos Comercial y de Infraestructuras. A pesar de que la empresa ha ascendido a numerosos cargos medios, todavía no se han incorporado a sus nuevos destinos y numerosas plazas siguen sin cubrirse, con el consiguiente vacío de poder en las áreas afectadas. Tampoco hay una correcta conexión entre departamentos que debieran actuar coordinadamente, lo que está provocando graves defectos en la gestión.
Telefónica tenía el año pasado 64.109 empleados directos, que este año han quedado reducidos a 58.127, mientras em,presas filiales como estratel casi han duplicado sus puestos de ytrabajo (la mayoría, en precario), de los 4.390 del año pasado a los 6.877 de 1999, según fuentes de la propia empresa.
La reestructuración de Telefónica provoca el caos
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