Según informa Carlos Serrano en La Tercera, la austeridad del gris paisaje urbano de Moscú se ha visto alterada por una colorida invasión publicitaria ante las elecciones parlamentarias que se celebran hoy en Rusia, pero la figura que más destaca entre las toneladas de carteles que tapizan las avenidas no es la de uno de los candidatos actuales, sino la de un militar de bigote y férrea mirada: José Stalin.
La imagen de José Vissarionovich Dzhugashvili -el georgiano que gobernó con mano de hierro la Unión Soviética entre 1929 y 1953-, ha sido rescatada del baúl de los recuerdos por su nieto Yevgueny, el líder del Bloque Estalinista, un grupo de radicales comunistas que pretende llegar a la Duma (cámara baja del parlamento) para resucitar ideas que siguen en el subconsciente colectivo de los rusos.
La meta de los estalinistas es obtener el 5 por ciento en las urnas, que les abriría las puertas de la representación parlamentaria. Pero el gran favorito es el otro heredero del espíritu bolchevique: el Partido Comunista, que aspira a renovar su mayor¡a al amparo de su l¡der,Guennadi Ziug nov.
Todas las encuestas vaticinan que m s del 20 por ciento de los sufragios ser para los reciclados comunistas, que no han dudado en renovarse para atraer a los m s j¢venes. Por un pu_ado de votos, su meno electoral incluye candidatos de 21 a_os y ruidosos conciertos de rock a los que acude el propio Ziug nov.
La apuesta estalinista no parece tan descabellada como podr¡a pensarse: un sondeo realizado en septiembre revel¢ que el 7 por ciento de los rusos elegir¡a hoy a Stalin como presidente. Adem s, los actuales l¡deres estalinistas ya alcanzaron el 4,53 por ciento de los votos en las anteriores elecciones de 1995, lo que convierte a su anhelado 5 por ciento en algo no tan lejano.
Yevgeny Dzhugashvili, sin embargo, parece conformarse con su papel de nieto de Stalin, hombre al que se refiere como camarada y no como abuelo. En las manifestaciones deja que otros -un ex corresponsal de radio en Nicaragua y el presidente de la Uni¢n de Oficiales- lleven la voz cantante, y se conforma con lac¢nicos pero duros comentarios. «Nunca uniremos nuestras fuerzas con el Partido Comunista; nunca pactaremos con alguien que se ha ido a la cama con Yeltsin», dijo la semana pasada.
Es uno de los cinco nietos de Stalin que aon quedan con vida, pero el onico que sigue orgulloso de su antepasado. Su padre, Yakov, muri¢ en la Segunda Guerra Mundial a manos de los nazis despu’s de que Stalin se negara a salvarle la vida intercambiando a un mariscal alem n capturado. Pero nada de eso le importa a Yevgeny, quien est convencido de que su opci¢n estalinista dar la sorpresa: «El nimo de la gente es el adecuado», afirm¢.
Esta animadversi¢n hacia el PC y el hecho de que Mosco est’ repleta de gigantescos afiches con la efigie de Stalin -un esfuerzo propagand¡stico inalcanzable para los bolsillos de la modesta agrupaci¢n- han levantado sospechas, y ya hay quienes ven la mano del pol’mico magnate Boris Berezovski -el mayor aliado en la sombra del presidente Boris Yeltsin- detr s del resurgimiento estalinista. La estrategia buscar¡a restarle votos al PC, en la que ha sido la campa_a electoral «m s sucia» de la breve historia democr tica. Son s¢lo seis las formaciones con reales posibilidades en las elecciones,pero el color lo han puesto una vez m s los curiosos personajes que se postulan: el retirado cosmonauta German Titov; el inventor del rifle de asalto AK-47, Mijail Kalashnikov, o la periodista Darya Aslamova, autora del best seller «Una Chica Traviesa», en el que narra sus aventuras de alcoba con decenas de pol¡ticos rusos.
Partido Comunista Todos los sondeos pronostican que el partido de Guennadi Ziug nov repetir su victoria: «Yeltsin ha hecho en tres a_os por el comunismo lo que los comunistas no lograron en 80 a_os: que tenga buena pinta», reza un dicho en Mosco. Buscan resucitar la URSS y frenar las reformas liberales y las privatizaciones.
Unidad Creado por el Kremlin para detener a los comunistas e impulsado por Vladimir Putin, el delf¡n de Yeltsin y su primer ministro, Unidad se encuentra a s¢lo seis puntos de la izquierda. Carecen de un programa y una ideolog¡a clara, pero se han beneficiado de la popularidad que tiene la guerra de Chechenia entre los rusos.
Patria-Toda Rusia Partido de inspiraci¢n nacionalista encabezado por el ex primer ministro Yevgueny Primakov (en la foto) y el alcalde de Mosco, Yuri Luzkhov. De centro izquierda, incluye al Partido Agrario, que se escindi¢ de los comunistas. Si triunfa hoy, ser la plataforma de Primakov para las presidenciales del 2000, a las que ya present¢ su candidatura.
Uni¢n de Fuerzas de Derecha Hace unos meses eran un estorbo para el Kremlin, pero hoy son una especie de aliados en la batalla contra los comunistas. Ideado por el genio de las reformas Anatoli Chubais, est encabezado por el ex premier Sergei Kiriyenko (en la foto). En las pr¢ximas elecciones, Yeltsin podr¡a elegir a Putin y a Kiriyenko como sucesores.
Yabloko El partido del liberal Grigory Yablinsky. Su fama de opositor incansable.
-ha votado en contra de todos los proyectos de Yeltsin y el onico que est en contra de la Guerra de Chechenia-, puede gatillar una ins¢lita alianza con los comunistas. Prueba de ello es el fichaje de Sergei Stepashin, uno de los tantos ex premieres de Yeltsin.
LA RESURRECCIÓN DE STALIN
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