Bélgica sigue amenazada de nuevo por la desgracia de la crisis alimentaria de la dioxina, tras nuevos análisis que han provocado el cierre de 300 criaderos de cerdos y la destrucción de entre 60.000 a 80.000 toneladas de carne.
Este nuevo desastre ha sido hecho público el mismo día en el que el consejo de ministros belga tenía la intención de anunciar las indemnizaciones y la creación de una agencia federal para la seguridad alimentaria.
El primer ministro Guy Verhofstadt ha declarado que no se trata de una nueva crisis, sino de una prolongación de la antigua.
Un programa de análisis ha demostrado que algunos de los cerdos de los 70 criaderos censados como seguros, tenían tasas de PCB que sobrepasaban los límites permitidos. Estos PCB¦s constituyen un precursor químico de la dioxina y al mismo tiempo un marcador menos costoso y más rápido para determinar su presencia. Una nueva sociedad de alimentación ha sido citada como contaminada, además de las ocho que ya han sido consideradas como sospechosas.
LA SOMBRA DE LA DIOXINA VUELVE A B+LGICA
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