El final del secuestro fue posible gracias a las gestiones del gabinete de crisis, que acabó por convencer al secuestrador (del que finalmente se ha podido comprobar que era uno solo y de nacionalidad marroquí) de que se rindiera.
Según ha informado la Delegación del Gobierno en Cataluña, el deseo de emigrar a Alemania por parte del secuestrador pudo ser el móvil del desvío hacia el aeropuerto del Prat de Barcelona, en la noche de ayer, el boeing 737 de la Royal Air Maroc (RAM) que cubría la ruta Casablanca-Túnez.
El desenlace del suceso comenzó a las 4:15 horas. El secuestrador fue el primero en salir, tras recibir en el avión a un miembro del gabinete de crisis que negociaba la solución del secuestro. Los términos del pacto se resumen, según Delegación, en que «sencillamente se le convenció de que se rindiera. Los propios psicólogos del gabinete de crisis ya habían previsto que acabaría por rendirse en pocas horas».
La salida del pasaje se retrasó más de lo previsto debido a que se tuvo que identificar a todos los pasajeros y tripulantes para comprobar que no se ocultaba entre ellos algún presunto secuestrador del aparato que no se hubiese identificado como tal.
El avión había sido secuestrado en pleno vuelo y desviado al aeropuerto del Prat, en Barcelona, para repostar y reiniciar su viaje, pero a Alemania. En él viajaban 79 pasajeros y nueve tripulantes.