Los más perjudicados son los artistas que durante el próximo año se jubilarán. También los que sufren el paro, cuyos subsidios se ven reducidos al no cotizar al cien por ciento. Si consiguen lo que piden, les quedarán unas pensiones dignas hasta acabar sus días, pero de lo contrario quedarán desamparados.
Para solucionar el conflicto se han ido reuniendo con el secretario de Estado de la Seguridad Social, Juan Carlos Aparicio. La última reunión que mantuvieron con él fue el 13 de julio. Pero no ha sido la única. La Administración se resiste a ello y prefiere retrasar el tema hasta el año 2002. Pero ellos no quieren esperar más: se trata de un tema que afecta a su supervivencia en el sistema público de salud. Para agilizar estas cuestiones han intentado ganarse el apoyo de distintos grupos parlamentarios, que se han mostrado sensibles con ellos; a excepción del Partido Popular (PP).
Los artistas consideran que el PP les ha engañado, ya que les habían asegurado que este año su problema quedaría resuelto. "Pero después de las elecciones de junio dijeron lo contrario", dice Juan Matute, de la Unión de Actores.
Los artistas ven difícil que la Seguridad Social, además, les condone la deuda que mantienen, que asciende a unos 1.500 millones de pesetas en total, desde hace cinco años. Al mismo tiempo, exigen algún tipo de medidas compensatorias por no haberles equiparado, como señalaba el Real Decreto 2621/86, y haberlo hecho, desde hace tan sólo los tres últimos años.
Desde el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales creen que la condonación supondría un trato especial en relación con otros colectivos. Por este motivo, no están dispuestos a ceder, en el tema, ni un milímetro ya que "al ser contrario a lo establecido en la vigente Ley de la Seguridad Social, sería ilegal", alega un portavoz. Sin embargo, les dan de plazo hasta el 2002 para regular su situación, pero es una excepción, si tenemos en cuenta las dificultades de la aplicación de la ley.
Los artistas celebraron el 22 de julio una Asamblea General en Madrid. En ella decidieron, por unanimidad, seguir adelante con las reivindicaciones planteadas, y anunciaron su voluntad de movilizarse en septiembre.
Los artistas no pueden ni quieren esperar más. La aprobación en septiembre de los presupuestos generales es inminente y son conscientes de ello. Para Jorge Bosso, secretario general de la Federación de Actores, "el tiempo corre en nuestra contra, ya que, si no se contemplan estas cuestiones en los presupuestos del 2000, perderemos otro año".
Al menos les queda el consuelo de la solidaridad. Se sienten respaldados por asociaciones de artistas del extranjero, y en España por los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, que según Juan Matute, "apoyarán todo lo que los artistas decidamos".
Pero no es suficiente. Cansados ya de esperar que no se cumpla el Real Decreto ley de 1986, han decidido plantarse. Anuncian movilizaciones masivas del sector en septiembre que coincidirán con la aparición del Ministro de Trabajo, Manuel Pimentel, en el Congreso. Comparecencia que esperan como agua de mayo, ya que la aparición fue pedida en abril. Cinco grupos parlamentarios, CIU, PNV, IU y PSOE la pidieron. Son de esperar algunas manifestaciones y sentadas frente al Congreso.
Además leerán las principales resoluciones, que su Asamblea General aprobó el mes pasado en Madrid, después de sus representaciones teatrales.
Por el contrario, no se espera una huelga general del sector, ya que, según ellos "esto no alcanzaría el objetivo deseado y sólo nos perjudicaría a nosotros y a las empresas que nos emplean y contratan", aseguró Matute, no siendo una medida que afecte al Gobierno y al poder legislativo.