"Hoy día nadie puede negar el carácter masivo que ha adquirido el nivel de cumplimiento de nuestro sistema tributario", dijo Giménez-Reyna. Como prueba de ello, el director general de Tributos dijo que los 7,8 millones de contribuyentes que declararon el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en 1986 se duplicaron hasta los 15 millones largos en 1997, último año del que se tienen cifras.
En lo que respecta al Impuesto de Sociedades, el número de declarantes aumentó de 220.000 en 1986 a 930.000, mientras los que pagaron el Impuesto Sobre el Valor Añadido (IVA) pasaron de 1,5 millones a casi 2 millones en el modelo ordinario y de 90.000 a 470.000 en el simplificado, reservado a pequeñas empresas.
Los declarantes del Impuesto sobre el Patrimonio también se duplicaron, al pasar de 500.000 en 1986 a una cifra próxima al millón en 1997.