Las centrales Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC.OO.) dicen que esta propuesta es "perfectamente asumible" porque no se sale del marco del Pacto de Toledo de 1996, no altera el equilibrio de la Seguridad Social y tampoco hace peligrar el futuro fondo de reserva.
Los sindicatos, que esperan un reparto de "la tarta de la riqueza", recibirán la respuesta del Gobierno antes del 24 de septiembre, día en que se aprobarán los presupuestos.
El énfasis de la propuesta sindical se centra en terminar con la discriminación que, según UGT y CCOO, existe por razones de edad y en aliviar a los pensionistas con cargas familiares.
La subida planteada incluye la desviación del Indice de Precios al Consumo (IPC) de 1999, que variará del 1,8 por ciento al 2,2 por ciento, según UGT y CCOO, y la revalorización en un dos por ciento de las pensiones para el año 2000. Si la inflación sobrepasa estas previsiones, UGT y CCOO revisarán su propuesta.
Los incrementos oscilan entre las 7.318 pesetas para las pensiones de viudedad que reciben los menores de 65 años con cargas familiares y las 1.800 de las del SOVI (Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez).
El incremento medio de las prestaciones por jubilación e invalidez es de 3.300 pesetas: 3.063 para los que no tienen conyúge a su cargo y 3.600 para los que sí lo tienen.
Para las pensiones por jubilación que perciben los mayores de 65 años con cónyuge a su cargo, los sindicatos piden un incremento de 3.600 pesetas, con lo que recibirían en total 70.650 pesetas mensuales, cantidad equivalente al salario mínimo interprofesional del año 2000.
También piden 3.063 pesetas para los pensionistas mayores de 65 años sin cónyuge a su cargo, que es el grupo más numeroso, con más de 907.621 beneficiarios, según las cifras facilitadas por los sindicatos.
El porcentaje de subida para las pensiones no contributivas es menor que el solicitado para las contributivas. José María Fidalgo, secretario confederal de CC.OO., justifica esta diferencia asegurando que las personas que no han cotizado no deben recibir la misma prestación que quienes sí lo han hecho.
En concreto, estos sindicatos proponen que el importe mensual de las pensiones no contributivas sea de 41.018 pesetas, 3.063 pesetas más que en el presente año.
Los fundamentos en los que se apoya la petición sindical son tres: la necesidad de que el incremento de las pensiones mínimas esté "claramente inmersa en la suficiencia financiera de la Seguridad Social"; profundizar en el sistema de contribuciones para compensar el esfuerzo de cotización y lograr "que resulte rentable cotizar" mediante el establecimiento de unas pensiones mínimas "dignas".