La policía y grupos especiales antidisturbios de Irlanda del Norte tuvieron que emplearse a fondo ayer para disolver una "sentada" nacionalista en el Ulster. Los participantes en dicha "sentada" trataban de impedir el paso del desfile protestante de la llamada Orden de los Aprendices por la calle Lower Ormeau, en la que vive población mayoritariamente católica.
En el choque, 19 efectivos de la RUC (la policía norirandesa) resultaron heridos, la mayoría de ellos con dientes rotos y contusiones. También hubo un número indeterminado de civiles contusionados. Gerard Rice, de la Asociación de Vecinos de Lower Ormeau Road, organizadora de la manifestación, calificó de "brutal" la carga policial.
Una vez disuelta la sentada, la marcha transcurrió sin mayores incidentes, aunque fue abucheada por los residentes nacionalistas, que les lanzaron algunas botellas.
En Londonderry, la segunda ciudad del Ulster y de mayoría católica, la policía levantó barreras para separar a católicos y protestantes por la celebración de otra marcha de esta orden político-religiosa, en la que participaron unas diez mil personas.
El desfile atravesó el centro de Londonderry y rodeó sus murallas. A su paso por Bogside (un importante barrio católico) no hubo incidentes serios, aunque se temía que los hubiera porque ya se conocía lo ocurrido en Ormeau Road. El "número dos" del Sinn Fein (brazo político del Ejército Republicano Irlandés, IRA), Martin McGuinness, que vive en Bogside, había advertido que "el problema es que 10.000 Aprendices entran en una ciudad muy militarizada".
En otro desfile de los Aprendices celebrado en la Lurgan, al sur del Ulster, también se registraron incidentes cuando unos 75 manifestantes lanzaron piedras, botellas y cócteles molotov contra la policía.
La Orden de los Aprendices conmemoraba con estas dos marchas el asedio de Londonderry en 1689, cuando los Aprendices, partidarios del rey Guillermo III de Orange, cerraron las puertas de la ciudad al rey católico Jacobo II.