Para ello, se ha comprometido a financiar, en régimen de concesión, importantes infraestructuras para la isla, como el aeropuerto o la carretera de conexión con el centro turístico, según fuentes oficiales de la ex colonia portuguesa y del grupo Matutes. El acuerdo comenzó a negociarse durante la visita a Cabo Verde, en enero de 1998, del ministro Abel Matutes. Este viaje oficial coincidió con el de una delegación de la empresa familiar, que estudiaba inversiones turísticas en la zona.
Matutes, que se entrevistó durante esa visita oficial con varios responsables para la inversión extranjera en Cabo Verde que también habían recibido a los representantes de su grupo de empresas hoteleras, anunció entonces que España reanudaría la cooperación con este país africano en los sectores turístico y pesquero. Cuando EL PAíS difundió la coincidencia de ambas visitas, el director general de la Oficina de Información Diplomática, Joaquín Pérez Villanueva, explicó que el grupo Matutes no había realizado inversión alguna en la isla.
El Gobierno caboverdiano está decidido a impulsar el turismo de calidad en sus islas. El año pasado ya recibieron a más de 50.000 visitantes. El archipiélago tiene cerca de 400.000 habitantes y está compuesto por 10 islas, algunas de ellas prácticamente vírgenes y con excelentes expectativas para la explotación del turismo.
Fuentes oficiales caboverdianas han señalado que el consorcio que ha obtenido el precontrato, Promitur, está encabezado por el grupo Matutes, que intenta construir un importante complejo turístico de lujo en Santa Mónica, una espectacular playa de 17 kilómetros de arena blanca y aguas azul turquesa completamente virgen.
«Conexión política»
Carmen Matutes, hija del ministro y directiva del holding hotelero, ha confirmado la firma del protocolo, por medio del cual tienen reservada la opción para construir en las islas diversas instalaciones. «Estamos interesados en Cabo Verde», dijo, «porque es un destino turístico con muchas posibilidades, pero estas noticias están sacando a la luz pública nuestra estrategia. Mi padre no tiene nada que ver en este asunto y esas informaciones no saldrían publicadas si no fuese por la conexión política», añadió.
José Luis Sa Nogueira, presidente de Promex, un organismo público dedicado a la promoción del turismo y las inversiones en Cabo Verde, aseguró que «el protocolo fue firmado el 29 de enero en Madrid, durante la Fitur [Feria Internacional del Turismo]», pero se negó a facilitar los integrantes del consorcio, porque, a su juicio, «el objetivo de Promex es la promoción del turismo y tenemos que mantener el sigilo sobre las intenciones de negocio hasta que se concreten».
Con el contrato en la mano, Sa Nogueira explicó que el consorcio no tiene un plazo máximo para presentar sus proyectos, pero precisó que se ha solicitado su entrega «a la mayor brevedad posible, y septiembre u octubre pueden ser el límite. En caso de que no lo hicieran», añadió, «perderían la preferencia ganada para construir cuatro o cinco hoteles de cinco estrellas en la zona». Asimismo, según Sa Nogueira, «el grupo hotelero dispondrá de un plazo de seis meses para iniciar la construcción del complejo turístico desde que los proyectos sean aprobados por el Gobierno, lo que se pretende hacer en los próximos meses».
Por su parte, el alcalde de Boavista, Manuel Pereira Silva, dijo que el consorcio «está fundamentalmente compuesto por el grupo Matutes, que tiene previsto iniciar la construcción de los hoteles a principios del próximo año». El alcalde comentó que el director general del Grupo de Empresas Matutes (como figura en su tarjeta de visita), José Bonet Ribas, ha visitado la isla, antes y después de la firma del protocolo, para revisar las tareas de construcción y ultimar detalles del futuro complejo turístico.
La sociedad definitiva aún no ha sido constituida, por lo que no existen registros del consorcio o del grupo Matutes en los departamentos correspondientes de Boavista o de Praia, capital de Cabo Verde. Tampoco el protocolo ha sido publicado en el Boletín Oficial de la República.
Protocolo de intenciones
Sobre la futura inversión del consorcio, el primer ministro de Cabo Verde, Carlos Veiga, explicó: «Firmamos un protocolo de intenciones que nos parece interesante, porque participan en la construcción del aeropuerto y de otras infraestructuras turísticas. Nuestra filosofía es conceder a entidades privadas la construcción y financiación de esas infraestructuras. La iniciativa extranjera es muy importante».
Durante la comparecencia de Matutes ante la Comisión de Exteriores del Congreso, en marzo de 1998, para dar explicaciones sobre su visita a Cabo Verde, el ministro reconoció que «pudo ser un error» la coincidencia de su viaje con el de representantes de su empresa familiar. Pero insistió en que había sido el Gobierno de Cabo Verde, «con la mejor buena fe», el que había invitado a sus familiares en las mismas fechas en las que él realizaba la visita oficial. El ministro dejó claro durante su intervención parlamentaria que él nunca se ha beneficiado de su cargo.
La visita de Matutes a Cabo Verde fue la primera realizada por el ministro español a un país del África subsahariana. En aquel momento, las relaciones de Cabo Verde con España estaban prácticamente suspendidas a raíz de los problemas surgidos tras las deportaciones a ese país de etarras residentes en Francia durante los años ochenta.
El traslado de ese grupo de etarras a Cabo Verde se realizó con el conocimiento y el beneplácito de España, que se comprometió a ayudar económicamente al país a cambio de que vigilara los movimientos de los terroristas. Sin embargo, tal vigilancia acabó siendo muy escasa y la mayoría de los etarras huyeron del archipiélago.
Familiares directos del ministro
La polémica por la coincidencia del viaje oficial del ministro Abel Matutes con la delegación de su empresa familiar ha provocado serias resistencias de las autoridades caboverdianas para identificar al grupo Matutes entre los integrantes del consorcio que construirá el complejo turístico de Boavista.
Aunque políticos, empresarios y el alcalde de Cabo Verde conocen el acuerdo, los directivos de Promex y varios miembros del Gobierno se negaron a facilitar la lista de empresas participantes. La ministra de Turismo dijo ignorar qué compañías forman parte del consorcio, pero sí identificó a otros grupos españoles, como Meliá u otros de origen canario, que proyectan inversiones en el archipiélago. La mayor oposición ha procedido de los directivos de Promex, quienes iniciaron la negociación con el grupo Matutes durante la visita del ministro.
El presidente de esta sociedad, José Luis Sa Nogueira, y el directivo João Santos fueron los principales interlocutores del grupo hotelero durante su visita en enero de 1998 y quienes posteriormente se reunieron con el ministro. La delegación de la empresa española estaba compuesta por Daniel Pons Lladó, director, consejero y accionista de Agrupación Hotelera Doliga, una de las empresas de la familia; José Bonet Ribas, consejero de esa misma cadena y director general del holding Grupo de Empresas Matutes, y dos hijas del ministro: Carmen, que trabaja en el grupo, y María, que colabora con su padre pero no tiene relación contractual con las compañías familiares.
El titular de Exteriores no posee ninguna acción en la cadena hotelera, cuyos principales propietarios son su esposa, sus hijos, un hermano y una sociedad panameña.
NOTA: La presente información ha sido reproducida del diario EL PAIS, que en su día descubrió la «coincidencia» de la visita de Matutes a Cabo Verde con la de sus familiares, y que ha investigado las actividades empresariales y negocios del ministro español de Asuntos Exteriores.