La diputada tránsfuga Malika Mohamed iba a ocupar hoy el escaño que por decreto le ha otorgado el presidente autonómico Mustafá Aberchán y se iba a enfrentar al socialista Rafael Hernández, que lo reclama porque la Junta Electoral Central le ha dado a él el acta de diputado. Habría, pues, 26 diputados para 25 escaños. Sobra uno y Malika Mohamed no está dispuesta a abandonar.
Por su parte, la Fiscalía de la Audiencia Provincial de Málaga ha abierto diligencias por los presuntos delitos de prevaricación y comportamiento injusto contra el presidente de Melilla, Mustafa Aberchan. El Código Penal establece en el primer caso una pena máxima de 10 años de inhabilitación especial para cargo público y en el segundo dos años, además de una multa que puede alcanzar los 12 millones de pesetas. Pero Aberchan puede incurrir en nuevos delitos si, tal como ha anunciado, celebra hoy el pleno de la Asamblea y excluye de ella al diputado del PSOE que tiene que reemplazar a Mohamed, Rafael Hernández Soler.
La fiscalía malagueña ha decidido intervenir al comprobar que el Estatuto de Melilla no protege con un fuero especial a su presidente, por lo que la Audiencia se considera competente para investigar el proceder de Aberchan. El presidente melillense debió recurrir la resolución de la Junta Electoral Central ante el Tribunal Supremo y solicitar la suspensión cautelar del dictamen, en vez de dictar un decreto desobedeciendo dicha resolución.