Ayer miércoles la Caravana Intercontinental por la Resistencia y la Solidaridad realizó su manifestación frente a la sede de la Organización Mundial del Comercio, símbolo de la liberalización de los capitales y de la ruina de los pequeños productores del Sur, tal como sostienen los organizadores. Esta acción será un punto culminante de su presencia en Suiza.
El martes por la noche, un debate de alto nivel técnico fue protagonizado por algunos de los representantes del Sur con estudiosos y técnicos suizos en la sede de la Universidad . Temas económicos, la manipulación genética y el futuro alimentario mundial estuvieron en el centro de las discusiones.
La presencia de casi 500 campesinos y representantes de pueblos del Sur , desde el lunes por la noche, introdujo un elemento ônovedosoö en el oficial panorama de la Ginebra internacional.
Numerosos afiches pegados en toda la ciudad, sede de las Naciones Unidas, la ôaldea alternativaö construida en un barrio popular del centro, as¡ como el desplazamiento de los manifestantes, modific¢ la parsimonia habitual.
El discurso emitido por la caravana conmovi¢ a todos: «en nuestros pa¡ses es el hambre y la miseria que golpea…y motiva el suicidio de los campesinos arruinados», dice la introducci¢n del Manifiesto ampliamente difundido por los manifestantes.
«No venimos a pedir nada a los pa¡ses ricos. No necesitamos ayuda ni de dinero ni en alimentos. Nosotros podr¡amos alimentar a nuestros pueblos si nos dejaran administrar nuestras econom¡as y no perdi’ramos nuestras tierras», sigue se_alando el documento.
Este el «esp¡ritu» de esta Manifestaci¢n por la Resistencia y la Solidaridad,-la m s novedosa de los oltimos decenios en Europa -, que ha encontrado el apoyo de importantes sectores sociales del viejo mundo. En Suiza la sostienen, entre otros, la poderosa Uni¢n de Campesinos y las principales centrales sindicales. (Euro/Qr/Po/Pb-Pp/ap)
NADIE HA PERMANECIDO INDIFERENTE
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