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Todos los dirigentes del partido del Gobierno, el PP, dan por hecho que las elecciones generales españolas se celebrarán hacia la Semana Santa del año 2000. Todos, menos quien tiene que decidir realmente la fecha. José María Aznar es muy aficionado a "dar sorpresas" incluso a sus más íntimos colaboradores, con lo que cualquier otra noticia que no sea la oficial habrá que contemplarla con todas las reservas.
Esto no significa que el 2 de abril que viene no vaya a ser el día de las elecciones generales. Simplemente, habrña que apuntar esta fecha como una posibilidad más, dentro del amplio abanico de posibilidades que tiene el presidente del Ejecutivo para fijar la celebración de los comicios.
