Por una vez todos en Turquía están de acuerdo. Prensa, políticos,aparato del Estado y público, – el cual grita al unísono » que se le cuelgue» -. La suerte de Abdullah Ocalan, – capturado por los servicios secretos turcos en Nairobi en febrero pasado-, no parece ofrecer ninguna duda, por lo que el procesamiento del jefe del partido de los trabajadores del Kurdistán ( PKK) que se iniciará el 30 de mayo, lleva todo el camino de convertirse en un auténtico linchamiento.
Ahmed Zeki Okcuoglu , – jefe del equipo de abogados encargado de la defensa de Ocalan -, manifiesta que en las condiciones actuales es imposible planear su defensa. Nadie ha podido por el momento entrevistarse con el acusado en privado, – único prisionero en la Isla de Imrali, situada en el sur de Estambul, donde también será juzgado -.
Los abogados no están autorizados a introducir en la isla documentos, papel o un simple bolígrafo, por lo que los abogados no pueden saber si el acusado deberá declararse inocente o culpable.
Según declara Okcuoglu, el detenido está siempre bajo los efectos de los medicamentos que se le administran y que nadie sabe porque le han sido prescritos. De esta manera las declaraciones que emite el recluso son contradictorias y ambiguas, propias de una persona dopada las 24 horas del día.
Además de los medicamentos, el jefe kurdo está continuamente bajo la presión de una oscura » Comisión de Investigación», dependiente de un » Gabinete de Guerra Especial» y adjunta al Estado Mayor, que dificulta todo lo que puede la labor de la defensa, por lo que los abogados de Ocalan han amenazado al Estado con suspender su acción, si no se garantizan los derechos del acusado.
El aparato del Estado ha aceptado a título personal, la presencia de observadores internacionales en el juicio a partir del 31 de mayo, observadores que tendrán oportunidad de palpar la agresividad civil en este caso.
Esta agresividad se manifiesta sobretodo por parte de las familias de los » mártires», – policías o militares muertos en la guerrilla en la que está inmersa el país desde 1984 -.
El presidente de la Asociación de familias de los mártires militares de Estambul ,- SAD-DER-, ha manifestado que esa violencia no conduce a nada positivo y que ciertas asociaciones no saben contener a sus miembros.
Ocalan por otra parte, no tienen ninguna esperanza de convencer a los tres jueces de la Corte de Seguridad del Estado, de que no dirigía una lucha armada con intenciones separatistas, premisa en la que precisamente se basa la acusación, por lo que los jueces no dudarán en aplicarle la pena prevista : muerte con ahorcamiento, quedando excluida de antemano una conmutación de la pena. En cualquier caso, un juicio justo parece imposible en el caso Ocalan.
OCALAN: SU MUERTE POR AHORCAMIENTO PARECE INEVITABLE
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