Mustafá Aberchán vuelve a afianzarse en el poder, como presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, cargo que veía peligrar porque podía prosperar la moción de censura que iban a presentar contra él el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español. Estos dos partidos, junto con otros minoritarios de Melilla, se habían puesto de acuerdo para desbancar a Aberchán dado que éste se había aliado con el partido que lidera el controvertido alcalde de Marbella, Jesús Gil, para hacerse con la presidencia del Gobierno autonómico.
Desde el 13 de junio, fecha en que se celebraron las últimas elecciones municipales y autonómicas, Melilla es prácticamente ingobernable. El equilibrio de votos que hubo en las urnas provocó los pactos post-electorales que daban la mayoría simple a Aberchán y su Coalición por Melilla, que se alió con el GIL. El resto de partidos democráticos, no sin dificultades, lograron entonces ponerse de acuerdo y aunarse para desbancar a Aberchán incluso sin que éste tuviera ocasión de ejercer como presidente. Pero entonces dos representantes socialistas en la Cámara de Melilla se marcharon del PSOE: uno se dio de baja y devolvió el acta de diputado al partido, pero la otra, Malika Mohamed, se pasó con su escaño al Grupo Mixto, lo que imposibilitaba el progreso de la moción contra Aberchán.
Se presentaron recursos contra esta situación para que el PSOE recuperase todos sus escaños y la Junta Electoral Central, reunida ayer, había decidido dar la razón al Partido Socialista. Pero Mustafá Aberchán ha contravenido la decisión de este organismo y entrega el acta a Mohamed, en contra de lo dictaminado ayer.
Y en Ceuta, el GIL tenía ya preparada otra sorpresa, dado que ahora es Susana Bermúdez la que rompe con el PSOE y apoya al GIL. El próximo 23 de agosto se constituirá, por fin, la Cámara de representantes de Ceuta y el Gobierno local. Desde hoy, día 11 de agosto, hasta entonces puede haber más sorpresas.