Hace una semana, el presidente socialista de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, anunció que subiría todas las pensiones no contributivas, es decir, las más bajas, sean asistenciales o por jubilaciones. Ante tal medida, el vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, y otros miembros del Ejecutivo que preside José maría Aznar, han acusado a Chaves de poner en grave peligro la estabilidad económica, ya que la subida supera el índice de la inflación prevista.
"Todos los pensionistas y jubilados españoles deben de cobrar lo mismo en todo el territorio nacional", han dicho los representantes del Gobierno. Lo que estos no sospechaban es que su aliado en el Congreso de los Diputados, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, fuera anunciar como ha hecho ayer mismo que su Gobierno autonómico prepara una subida idéntica para los 70.000 pensionistas de Cataluña que menos cobran.
Las relaciones entre el Gobierno central y el de la Generalitat no se resentirán, al menos de momento, ya que a Aznar no le interesa perder los apoyos de Pujol. Pero no obstante habrá complicaciones bilaterales.
Asimismo, el nuevo Gobierno autonómico de las Islas Baleares, presidido por Antich, ha anunciado también una subida equivalente a las que preparan Andalucía y Cataluña, con lo que la igualdad de pensiones está seriamente amenazada.