Rodrigo Rato dijo anteayer en Londres que la crisis de Yugoeslavia no perjudicaría a la economía de los países de la OCDE. Pero el ministro alemán de finanzas, Hans Eichel, ya está estudiando incluso aumentar los impuestos para sufragar los gastos y pérdidas que la contribución alemana a los ataques aliados conlleva.
También es cierto, y así está asumnido por las autoridades económicas europeas, que la crisis de Yugoeslavia va a frenar el crecimiento económico de los países de la Unión Europea. Entre los más afectados está España, el quinto país exportador del mundo en armamento (aunque no ha vendido armas a Yugoeslavia), que tiene una balanza comercial pequeña a su favor en los países bálticos.
El propio Ministerio de Economía y Hacienda, que dirige Rodrigo Rato, ha dicho ayer mismo que «es demasiado pronto para hacer valoraciones económicas al respecto», pero que «todos los indicios apuntan a que habrá un efecto negativo para las empresas esapñolas con intereses en la zona».
RATO, DESMENTIDO POR SU MINISTERIO
209