La Asociación de Teólogos Juan XXIII, católica, y la federación que agrupa a las iglesias protestantes españolas piden al Papa que entone de verdad el "mea culpa" (jornada de arrepentimiento) por los errores históricos de la Iglesia, entre ellos su apoyo al dictador Franco.
El Vaticano ha convocado para el día 8 de marzo del año 2000 (año jubilar) una "Jornada de arrepentimiento" por sus errores históricos. Los teólogos progresistas exigen que, con tal motivo, la Iglesia española pida perdón por haber apoyado el golpe de Estado militar del 18 de julio de 1936 y la dictadura de Franco, en tanto que los protestantes reclaman «un acto público de reconciliación y encuentro» e, incluso, algún tipo de «monumento católico que recuerde el exterminio, a manos de la Inquisición, o la expatriación de los cientos de miles de españoles que habían abrazado el protestantismo».
Juan José Tamayo, secretario general de la asociación de teólogos progresistas, ha declarado que en España la petición del Papa «debe implicar el reconocimiento de los errores cometidos durante el levantamiento de 1936 contra un Gobierno elegido democráticamente y la legitimación que hizo la mayoría de la jerarquía católica de la dictadura franquista durante 30 años».
La actitud cómplice de un sector mayoritario de la jerarquía católica española con los golpistas y el dictador «es uno de los pecados más importantes cometidos por la Iglesia, y debe pedir perdón por ello antes de que acabe el siglo XX», según Tamayo.
La Asociación de Teólogos Juan XXIII considera muy positiva la convocatoria de una jornada de arrepentimiento porque «la petición de perdón es una de las actitudes cristianas y evangélicas más importantes», pero lamenta que Juan Pablo II no haya hecho referencia a algunos de los errores concretos en los que ha incurrido la Iglesia, expresamente a la marginación de la mujer.
La Iglesia excluye a la mujer para funciones directivas, y tampoco le permite acceder al sacerdocio o participar en ámbitos de reflexión teológica. Tamayo duda de que vaya a producirse una petición de perdón por esta exclusión, ya que «al no haber un reconocimiento del problema, no existe siquiera propósito de enmienda».
Por su parte, el portavoz de los protestantes, Pedro Tarquis, ha hecho hincapié, una vez más, en un hecho que atormenta a sus correligionarios: el que, todavía hoy, «la jerarquía católica es responsable por acción y omisión de que no exista una mejor situación social del protestantismo español».
La Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede) espera que la Iglesia española acometa ese proceso de reconciliación con los protestantes porque, según Tarquis, «es evidente que los cristianos protestantes han sido, en el pasado español, un colectivo perseguido por el catolicismo», desde la Inquisición hasta el franquismo.