La mayoría de ese porcentaje tiene entre 18 y 40 años. Los trabajadores beben más que los parados. Son alcohólicas dos mujeres de cada cuatro hombres. En el 80 por ciento de los casos de malos tratos, está presente un abuso de esa sustancia.
La edad media de iniciación al alcohol se adelanta cada año, y en 1999 se han dado cientos de ejemplos de niños de 12 años que se han emborrachado al menos una vez. Son datos de la Federación de Alcohólicos Rehabilitados de España (FARE), que agrupa a 250 asociaciones y que ha celebrado su 28¦ congreso nacional en Madrid el pasado fin de semana.
Detrás de cada cifra hay una tragedia individual, un caso personal con una onda expansiva que aumenta en millones el número de afectados por la bebida.
Según Francisco Vila, presidente de la FARE, «unas 400.000 personas son alcohólicodependientes en este país sin saberlo. Otras muchas lo saben e integran las estadísticas». Para la federación, una de las claves a la hora de empezar a resolver el problema es que el sujeto reconozca su alcoholismo. «El alcohólico no es un vicioso, es un enfermo, y como tal debe ser atendido. Somos enfermos de por vida y sabemos que no podemos probar ni una sola gota de alcohol nunca más+. La FARE lleva 28 años pidiendo que los alcohólicos sean tratados en la Seguridad Social y algunos menos que sus asociaciones dependan del Ministerio de Sanidad y no del de Interior. öNo somos delincuentes, somos enfermos, víctimas de una droga legal», reconoce Víctor Ujanguren, vicepresidente de la federación.
En España hay 500.000 familias que viven de productos relacionados con el alcohol, desde agricultores hasta comerciantes. Las últimas estimaciones hablan de un gasto anual para el Estado de 860.000 millones de pesetas en absentismo laboral, accidentes y atención sanitaria.