La reactualización de la Teología de la Liberación debe integrar el aporte de todos los movimientos sociales y populares del planeta, según el teólogo argentino, Miguel Ramondetti. El teólogo, conocido como el «cura obrero», es uno de los fundadores del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, a fines de los años 70.
Miguel Ramondetti, de 77 años afirmó que la Teología de la Liberación debe considerar el aporte del zapatismo mexicano, de los Sin tierra de Brasil, y del movimiento indígena ecuatoriano. El Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo revitalizó la corriente progresista de la iglesia.
El gran aporte de la Teología de la Liberación ha sido partir de la práctica para elaborar, desde allí, la teoría, recordó Ramondetti, quien promueve el trabajo de grupos comprometidos en el «Gran Buenos Aires».
Dijo que la reactualización y profundización de la Teología de la Liberación exige una nueva precisión conceptual. Es fundamental que en el futuro se hable de «empobrecidos» y no de «pobres», explic¢ Ramondetti.
«Es mentira que en el mundo existan pobres. Lo que hay son empobrecidos. Cuando hablamos de empobrecidos estamos admitiendo que existen otros semejantes, tambi’n seres humanos, que los empobrecieron», precis¢ el cura obrero.
¨C¢mo se puede explicar que un pa¡s tan rico como Argentina o en un continente tan abundante como Am’rica Latina, haya tanta gente que viva en la miseria?, pregunt¢ el ex secretario general del movimiento de sacerdotes.
«Me parece que la par bola del Buen Samaritano est incompleta», dijo Ramondetti. «Si el Buen Samaritano se ocup¢ del ca¡do, del golpeado, qui’n se hace cargo de los ladrones que lo maltrataron?, pregunt¢.
Insisti¢ en que toda esta reactualizaci¢n teol¢gica que aparece como desaf¡o, obliga tambi’n a una redefinici¢n de conceptos de futuro. «No podemos obviar una lucha encarnizada contra los seres humanos y las instituciones internacionales responsables de lo que est pasando en el mundo», exclam¢.
Si se debe construir una nueva teolog¡a del compromiso, la pr ctica cotidiana del continente es imprescindible, asegur¢. «Si no tenemos una pr ctica de lucha liberadora, entonces cualquier elaboraci¢n te¢rica puede quedarse reducida a eso: una buena teor¡a que no sirve para nada», concluy¢ Ramondetti. (Mu/QR/Pf-Ig/Rg-Cs/ap)
EL CURA OBRERO NO HABLA DE POBRES, SINO DE EMPOBRECIDOS
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