En nuestra última visita a Montevideo ûuna de las víctimas de la dictadura- nos recibió en su domicilio.
Alfonso Sanjuan (conjuntamente con otras 24, de las cuales 19 eran funcionarios portuarios) el 4 de abril de 1975, es detenido y conducido al Cuartel de Punta Rieles, allí permaneció detenido, sin que su familia tuviera noticias de él por más de tres meses.
Tal como lo relata Sanjuan en un documento de su autoría, la gran mayoría de las detenciones coincidieron en una serie de detalles:
ôSe realizaron mediante secuestros, muy al estilo de la época. (No olvidar que desde el 27/6/73 al 25/11/84, una dictadura militar gobernó al Uruguay). Se efectuaron en horas de la madrugada, por personal militar armado a guerra. Se violaron flagrantemente los domicilios, ya que se irrumpió en ellos sin orden judicial alguna, agravado en algunos casos con variadas requisas. Se trató de actos meramente arbitrarios y prepotentes, ya que nada justificaba la realización de esos procedimientos.
Ninguno de los detenidos ten¡a militancia, ni pol¡tica, ni ideol¢gica ni gremial», relata Alfonso Sanjuan.
En el mismo documento, Sanjuan, detalla los procedimientos que se utilizaron, durante el tiempo que permaneci¢ detenido junto a los otras 23 personas.
«El procedimiento puesto en pr ctica consisti¢ en el desarrollo de tres etapas bien diferenciadas: una inicial, de ablandamiento; la siguiente, de interrogatorios a los que considero como exploratorios; la tercera y oltima, de elaboraci¢n de las actas de los interrogatorios. Los responsables de todo lo actuado en esas tres etapas fueron los Capitanes Germ n Carbone y Angel Neira, los que obviamente no actuaron por su cuenta sino con el pleno respaldo de los mandos del Batall¢n citado, a cuyo frente se encontraban el Coronel Julio C’sar Rapela (hoy General retirado) y el Teniente Coronel Waldemar Tarigo»; (para una mayor ampliaci¢n del tema sugerimos ver en Textos on line el documento: «URUGUAY 1975-2000 EL SECUESTRO DE FUNCIONARIOS PORTUARIOS 25 A½OS DESPUES, cuya autor¡a es del se_or Alfonso Sanjuan).
As¡ las cosas, el Coronel (R) Angel Neira, fue propuesto por el actual Mandatario uruguayo, Jorge Batlle para integrar el Supremo Tribunal Militar, como Conjuez.
¨C¢mo lleg¢ a usted la noticia del pedido de venia, que realiz¢ Battle para promover a Neira a la Suprema Corte de Justicia?
«A trav’s de la prensa un d¡a, sobitamente, me entero de que el Gobierno se dispon¡a a proponer, al hoy Coronel retirado Angel Neira, para integrar el Supremo Tribunal Militar, o sea, para actuar como ConJuez, junto con los cinco miembros de la Suprema Corte de Justicia.
Ante ello, mi primer paso, dada la amistad que tengo con el Se_or Presidente de la Repoblica -amistad de muchos a_os, por otra parte- fue hacerle llegar -a trav’s de la Secretar¡a- un juego de los documentos correspondientes. O sea, la sentencia de la Justicia de Instrucci¢n y de la Justicia Civil, que se refieren a este caso y donde se analiza, exhaustivamente, todo los pormenores y, tambi’n, la participaci¢n de los militares que se especifican. Militares que est n implicados, no s¢lo en la realizaci¢n del secuestro y subsiguientes secuelas, sino tambi’n en todo lo que tiene que ver en un largo proceso de torturas, realmente infames, degradantes, que se extendieron varios meses y, que abarcaron toda la gama que es posible imaginar de hechos de tortura. A cargo, sobre todo, de las dos personas que estaba implicados, dos militares».
¨Que curso sigui¢ la diligencia que usted efectoo para que la documentaci¢n llegara a manos del Presidente?
«Bueno, concurr¡ a Casa de Gobierno, a trav’s del Secretario personal de ‘l (Battle) que adem s es muy amigo, entregu’ un juego completo de documentaci¢n para que se lo hicieran llegar y, poni’ndome adem s a las ¢rdenes de ‘l (Batlle) por lo que estimara pertinente. Y, al d¡a siguiente corrobor’ que la documentaci¢n, efectivamente le hab¡a llegado y, bueno, cualquier comentario, estaba a las ¢rdenes.
Creo, de cualquier manera, que no s’ si habr¡a algon tipo de acuerdo, no tengo idea de cual eran los pormenores, o cierto es que la propuesta igual se present¢, lo cual lamento. Y, ante ello, visto que Jorge -perd¢n el Presidente de la Repoblica- no me llamaba, consider’ que estimaba que no hab¡a motivos y entonces decid¡ salir a la prensa».
Detall¢ que mantuvo largos reportajes con diferentes radios del Uruguay. «El diario La Repoblica public¢ extensamente art¡culos sobre el tema, muy valientes tambi’n».
Asimismo, se_al¢ que se hab¡a preocupado por hacerle llegar a «los legisladores, de las distintas bancadas, las sentencias de la Justicia».
«En todo momento me cuid’ de no adjetivar sobre el tema ni de presentar opiniones personales, lo onico que hice llegar, era el contenido de la sentencia y me limitaba a se_alar la importancia de los conceptos contenidos en la sentencia».
¨Que repercusi¢n tuvo entre los legisladores, se contactaron con usted?
«S¡, naturalmente el Encuentro-Progresista apenas tom¢ conocimiento -a trav’s de documentaci¢n que en ese caso la llev¢ mi se_ora- de inmediato demostraron total apoyo, anunciaron que no votar¡an, que consideraban que eso no se justificaba».
Apenas se emiti¢ el reportaje en radio El Espectador -casi de inmediato-, el senador Michelini tambi’n busc¢ contactarse conmigo. Yo, incluso hab¡a tratado de ubicarlo, pero ‘l hizo el contacto conmigo, tambi’n le hice llegar un ejemplar de la sentencia».
En lo que concierne al Partido Blanco, coment¢ que «tampoco sab¡a de que el senador Carlos Julio Pereyra, en un caso como este no lo iba a votar, pero no consegu¡, al igual que en el caso de la senadora Julia Pou y Garat (los tres del Partido Blanco) mantener contacto con ellos. Pienso que estaban un poco en una actitud de expectativa, a ver que es lo que resultaba de todo esto».
Nos precis¢ que en el seno del Partido Colorado, las muestras de solidaridad fueron escasas.
«No tuve suerte con legisladores del Partido Colorado, el caso de Singer, fue una de las personas a las que trate de hacerle llegar los ejemplares, pero, por m s que tengo muy buena amistad con la secretaria, pero lo cierto es que no consegu¡ que me recibiera». Adem s agreg¢, que en «el Partido Colorado, hab¡a otro nivel de conocimiento, por lo menos de algunos de los integrantes, que hubiera ameritado que por lo menos que me hubieran recibido, o me hubieran escuchado. No ocurri¢ as¡, entonces est bien que de repente comet¡ un error en no entrevistarme con el senador Alejandro Achugarry (Partido Colorado) de repente comet¡ un error en no contactarme con el Dr. Sanguineti: pero bueno, en la vor gine del asunto, hab¡a prioridad en todo lo que ten¡a que ver con la comisi¢n de Defensa y, por eso pensaba que la 15 pod¡a tener un pronunciamiento diferente (lista de orientaci¢n Batlista).
Lamentablemente el senador Singer, prefiri¢ no recibirme, su raz¢n tendr¡a y de ah¡ a partir de ese momento termine mi etapa de contactos salvo esta del Doctor Martins, del Partido Nacional».
Sanjuan aclar¢ que la intenci¢n de entregar la documentaci¢n fue siempre en virtud de que cada persona recibiera la informaci¢n fehaciente.
«Yo quer¡a que el Partido Nacional estuviera informado verdaderamente de lo que hab¡a ocurrido. No me interesaba que recibieran opiniones, me interesaba que recibieran documentaci¢n fehaciente. Incluso, yo lo onico que ped¡a, era que cada sector juzgara, de acuerdo a su real saber y entender que es lo que estimaba pertinente que flu¡a de la sentencia Por m s que estaba muy claro, el tema central, quienes eran los torturadores, quienes hab¡an sido y c¢mo se los hab¡a identificado y, como ese se_or Neira, en este momento, pese a que ‘l alegaba que toda su actuaci¢n hab¡a sido administrativa, hubo un per¡odo que lamentablemente lo vivimos nosotros en el que estuvo en un cuartel, para desgracia de todos los que estuvimos all¡, en ese lapso».
+Aparte de la solidaridad expresada por pol¡ticos del Partido Blanco y del Encuentro-Progresista, quien m s le ha manifestado su solidaridad?
No a ra¡z de las entrevistas radiales se produjeron una serie de contactos, Sara M’ndez, Raol Olivera, del PIT/CNT».
Asimismo, nos coment¢ que hab¡a agradecido «al Sindicato +nico de Administraci¢n de Puertos, por un comunicado que sac¢ sobre el tema. A ra¡z de eso les agradec¡ y me puse a las ¢rdenes, incluso, les hice llegar tambi’n un juego con la documentaci¢n, me parec¡a era importante que todos ellos tuvieran un conocimiento, no cabal de m¡, sino de los documentos para que ellos vieran directamente lo que resultaba de la sentencia».
Nuevamente, nos volvi¢ a reiterar que «en todo momento, con todos los medios, con todas las personas, he procedido igual, no me import¢ y, no creo que sea fundamental lo que yo diga o deje decir, lo que importa es lo que resulta de los documentos y que cada no saque las conclusiones que estime pertinente. Eso es lo onico que yo pretend¡a. S’ que los documentos son por dem s elocuentes, a ese respecto, pero no lo digo yo, lo dicen las sentencias. Incluso en las entrevistas radiales, hice especial hincapi’ en eso, de que mis dichos no eran expresiones personales, sino que ni hac¡a m s que recoger todo lo que estaba contenido en la sentencia. Justamente, cuando yo hablo de determinada persona y su vinculaci¢n con determinados aspectos de torturas y dem s, no est n relacionados con un recuerdo m¡o del pasado sino lo que dicen las sentencias sobre ese tema».
+Y los organismos de Derechos Humanos, se contactaron con usted, se han preocupado por esta situaci¢n?
«Amnist¡a Internacional, yo trat’ de contactarlos, no me recibieron. Al Servicio Paz y Justicia (Serpaj) varias veces fui, siempre estuve en contacto con el Dr. Reyes (no estoy muy seguro). Cuando sali¢ la segunda sentencia de apelaci¢n, esta aberraci¢n, hable con ‘l, consideraba que Serpaj pod¡a adoptar una actitud diferente, de apoyo, bueno me se_al¢ que lo iban a difundir en su momento a desarrollar, que hab¡a que esperar que saliera la sentencia definitiva, en una palabra, qued¢ todo ah¡. Nunca hubo el menor apoyo, yo justamente de Amnist¡a y del Serpaj, tengo muy mala impresi¢n».
+Todo indicar¡a que Neira no va a ser promovido?
«Como lo digo reiteradamente, por el bien de la Repoblica, por el respeto que uno le tiene que tener al senado, hay un principio de credibilidad en juego, yo aliento la esperanza y el deseo de que no sea nombrado.
En lo personal, me es absolutamente indiferente, que lo nombren o no lo nombren, pero desde el punto de vista del pa¡s, realmente me dar¡a mucha verg_enza y mucho dolor que lo nombraran como integrante de un Tribunal de Justicia. Creo que ser¡a una afrenta que echar¡a a la Justicia del pa¡s por m s que juzgar¡a s¢lo delitos militares, pero igual, creo que no tiene autoridad moral para juzgar a nadie y menos en un cargo de esa jerarqu¡a. El senado dispondr , en su momento».
¨De todas maneras usted, m s all de las decisiones que tomen en el mbito legislativo ha decidido seguir esta lucha?
«S¡, s¡, porque adem s el objetivo no es Neira, el objetivo es la Justicia. Es que los preceptos, los principios que pretende defender el Dr. Batlle, con toda raz¢n, desde el punto de vista ‘tico para que vuelva la paz a la Repoblica».
Sanjuan se est refiriendo a la iniciativa promovida por Batlle de instaurar la Comisi¢n para la Paz con la finalidad de hallar una soluci¢n al drama de los desaparecidos.
Para nuestro entrevistado, la iniciativa del Mandatario uruguayo, es bien vista, «me perece perfectamente bien, pero creo que, dentro de ese mbito de conciliaci¢n, donde se habla mucho de los desaparecidos, yo digo que el tema de los ni_os de los desaparecidos, es poco manejado y es poco manejado el tema como el nuestro que son situaciones donde no ha habido desaparecidos, pero ha habido muertes, ha habido torturas escandalosas y salvajes. Donde no ha sido una persona, dos, han sido 24 familias que se han destrozado, donde han muerto ocho personas».
Pasado ya 25 a_os de los aberrantes sucesos que lo tuvieron como protagonista, no ha habido hasta la fecha ni un solo gesto por parte del Estado uruguayo.
«Hasta el d¡a de hoy, donde el Estado no ha dado la menor se_al de compasi¢n y de solidaridad. Donde la justicia, naturalmente por sus procedimientos lentos, pesados hace que el tema, con los recursos y las apelaciones se dilate en el tiempo.
Pero en este lapso podr¡a, el Gobierno haber dado se_ales, muestras, yo digo de compasi¢n, no digo de comprensi¢n, aqu¡ no hay ni comprensi¢n, ni compasi¢n, por lo menos no ha habido hasta el presente, ninguna se_al».
Asimismo precis¢ que «todo se ha manejado como si fuera un juicio m s y sobre este aspecto incluso tuvimos una dolorosa experiencia en la segunda instancia en juicio civil. En primera instancia fue totalmente favorable, se consider¢ que nos asist¡a plenamente la raz¢n, en segunda instancia coincidi¢ totalmente con la sentencia en primera instancia, pero cuando se habl¢ del monto, parec¡a que al Tribunal le met¡an la mano en los bolsillos. Entonces dijo hay que bajar el monto, porque hay que manejarse de acuerdo a las posibilidades del Estado. En base a eso, dejaron de lado la actualizaci¢n prevista en la ley 14.500».
Seguidamente nos detall¢ el procedimiento judicial por el cual las 24 personas que hab¡an sido salvajemente torturadas ser¡an indemnizadas.
«Lo m s grotesco es que el procedimiento al que acudieron -a fin de justificar el monto- es que consideraron que nuestro caso, desde el punto de vista jurisprudencial, ten¡a que manejarse de acuerdo con experiencia surgida de jurisprudencia anterior. Coal es la jurisprudencia que el Tribunal tom¢ como similar a la nuestra; estamos hablando de un caso de tortura, estamos hablando de 24 personas torturadas 117 d¡as, gravisimas violaciones a los derechos humanos, el ejemplo a que ellos acudieron, desde el punto de vista d la jurisprudencia, es el accidente de tr nsito.
Considerar la tortura, 117 d¡as, 24 personas, equivalente, igual a un accidente de tr nsito. Y nos otorgaron una indemnizaci¢n equivalente a un accidente de tr nsito. En el Uruguay los accidentes de tr nsito, la indemnizaci¢n que se paga, son acorde a una escala que oscila entre 10 mil y 30 mil d¢lares. En el caso nuestro la indemnizaci¢n que fijaron fue de 20 mil d¢lares, reajustables de acuerdo a un inter’s. Eso lo hizo un Tribunal de Apelaciones, estoy hablando en el a_o 1999, y este es el tema que tiene que considerar la suprema Corte, que supon¡amos que por la gravedad, por la entidad podr¡a ser en un lapso, m s o menos corto, pero hay gente que dice que podr¡a demorar un a_o dos a_os, no s’ sabe. Esto para que veas un poco como se manejan los valores morales en este pa¡s».
¨Si no se puede creer en la Justicia qu’ le queda?
«Yo, realmente la Justicia la defend¡ a ultranza, porque creo lo que hizo el Doctor Echevarr¡a, en el a_o 75, lo que hizo la doctora Jubette, en el a_o 97, 98 con la sentencia en primera instancia pese a que hab¡a presiones, ojo, pero estamos en democracia». (Para una ampliaci¢n del tema ver el Documento elaborado por Sanjuan que mencion ramos m s arriba).
«Pese a todo se actu¢ con gran dignidad y gran objetividad, en el an lisis exhaustivo del tema.
Pero llegamos al Tribunal (a la segunda instancia) y encontramos otra vez las luces y sombras de la Justicia, naturalmente, por el Tribunal que procede de esta manera, no vamos a negar el valor de la Justicia, la importancia, pero digo, es un tropez¢n serio.
Despu’s de ocurrir esto del Tribunal, sin embargo uno dice, tenemos que seguir luchando, tenemos que seguir creyendo en la Justicia. Yo digo, si no creemos en la Justicia, no podemos creer en la paz, no podemos creer en las instituciones, no podemos creer en la vida misma, porque sino d¢nde estamos.
Entonces, vamos a seguir luchando por eso».
M¢nica Escayola
Corresponsal Informativos.Net en Am’rica Latina