El anuncio de una próxima alianza entre el partido Popular ( conservador) del ministro de asuntos exteriores Wolfgang Sch³ssel y el Partido de la Libertad ( extrema derecha) de J÷rg Haider, con el fin de formar un nuevo gobierno austriaco, continúa inquietando en los medios políticos y civiles europeos.
El primer ministro belga, Guy Verhofstadt, ha hecho un llamamiento a su homólogo portugués, Antonio Guterres, – cuyo país está actualmente encargado de la presidencia europea -, para que realice una respuesta común a la situación austríaca en nombre de la defensa de los valores democráticos. Guterres no ha realizado este llamamiento, contentándose con expresar su profunda preocupación, mientras que el secretario de estado portugués de asuntos europeos, – Fracisco Seixas da Costa -, estimaba con toda prudencia que Austria ha respetado siempre sus compromisos con la comunidad , por lo que habrá que juzgar en base al programa de gobierno.
En el Parlamento Europeo, el grupo del Partido Popular (PPE) estudia posibles sanciones contra los conservadores austr¡acos si persisten en la idea de aliarse con la extrema derecha de Haider.
Por el momento, los partidos austr¡acos implicados restan importancia a los hechos y consideran exagerada la reacci¢n europea. Tanto Wolfgang Sch_ssel como J»rg Haider, consideran que sus detractores terminar n por tener verg_enza por sus prejuicios.
EL POSIBLE PACTO ENTRE HAIDER Y SCH_SSEL HACE TEMBLAR HASTA AL PARTIDO POPULAR EUROPEO
145