Los nuevo vientos racistas no son sólo una retórica en Europa. En las últimas semanas, soplan más fuertes que nunca. Movilizaciones públicas de grupos neonazis y agresiones antiextranjeros se multiplicaron en Alemania y Suiza marcando una tendencia en neto aumento.
Igual que en Austria gobernada desde inicios del año por una coalición de centro-derecha ampara al partido pro-nazi de Joerg Haider. Según el mismo Ministerio del Interior de Viena entre enero y junio fueron iniciadas 232 causas jurídicas por acciones xenófobas o antisemitas contra 157 del año anterior en igual período.
En este marco, exactamente dentro de tres semanas, el domingo 24 de septiembre, el pueblo suizo acudirá a las urnas para pronunciarse sobre varios temas.
Uno de ellos, de particular trascendencia, la iniciativa popular que propone la reducción de los extranjeros a un 18 por ciento de la población total del país. Este es un tema sensitivo que caldea ya el ambiente político nacional y promueve un debate cada vez m s tenso y polarizado entre el electorado helv’tico.
El 19,3 por ciento de los m s de 7 millones de habitantes de Suiza son extranjeros. La iniciativa popular que se votar el cuarto domingo de septiembre propone reducirlo al 18 por ciento -unas 100 mil personas menos. Este ajuste significar¡a un regreso al porcentaje vigente en 1993, a_o en que naci¢ la propuesta.
Desde entonces a esta parte, y especialmente los oltimos d¡as la iniciativa «por una reglamentaci¢n de la inmigraci¢n» ocupa un lugar preponderante del escenario pol¡tico nacional. Desde el gran empresariado, hasta las iglesias, pasando por la clase pol¡tica y los organismos no-gubernamentales anticipan su posici¢n.
El Consejo Federal, ejecutivo colegiado helv’tico, se ha pronunciado contra la propuesta y ha invitado a sus conciudadanos a votar «no».
Aceptar esta iniciativa implicar¡a «debilitar la plaza econ¢mica suiza, comprometer nuestra tradici¢n humanitaria, poner en cuesti¢n importantes acuerdos internacionales y perjudicar nuestra imagen en el mundo» asegur¢ la consejera nacional, Ruth Metzler. La consejera habl¢ en nombre del ejecutivo en un mensaje poblico el pasado 18 de agosto .
A inicios del mismo mes de agosto un comit’ parlamentario compuesto por 186 diputados federales tom¢ la ofensiva poblica convocando a rechazar la iniciativa. Los diputados representan a los cuatro partidos en el gobierno: socialistas, radicales, dem¢cratas cristianos y de la Uni¢n Democr tica de Centro, y otras formaciones nacionales.
Los argumentos esbozados por el comit’ son variados. Entre ellos: la confusi¢n que crea entre inmigraci¢n y asilo y el golpe potencial contra la econom¡a que significar¡a un resultado positivo. Sin olvidar que un «s¡» implicar¡a confrontar siete de los acuerdos bilaterales Suiza-Uni¢n Europea, especialmente el relativo a la libre circulaci¢n de las personas.
«Esta iniciativa es xen¢foba y antiextranjera y dado el caso que se aprobara o que se rechazara por poco margen, el impacto simb¢lico y moral ser¡a muy negativo», precis¢ en di logo con Pulsar Patrice Mugny, diputado nacional del Partido Verde.
«En mi cant¢n, Ginebra, que cuenta con casi un 35 por ciento de extranjeros (ndr: el m s alto del pa¡s) no hay tensiones particulares en esa esfera. Esto demuestra que el problema de Suiza no son los extranjeros», subray¢ el diputado.
Esta percepci¢n es diferente a la de Irene Schellenberg, portavoz en la sede central de Berna de la Uni¢n Democr tica de Centro (UDC), para quien esta iniciativa que cuenta con el apoyo de su partido «no es xen¢foba ni antiextranjera».
«Aunque no constituye la soluci¢n ideal al problema de fondo, es una se_al al Gobierno. Existen excesos y abusos en el plano de los refugiados, y de los que solicitan el asilo. Y una criminalidad en aumento que hay que resolver.
Su partido, el onico gubernamental que sostiene la iniciativa, vive hoy una galopante contradicci¢n. Mientras el Comit’ Central decidi¢ rechazar la propuesta, la asamblea de delegados, realizada el tercer fin de semana de agosto en Ginebra, se pronunci¢ a favor de la cuota del 18 por ciento, confrontando a esta formaci¢n de extrema derecha a una tensi¢n interna significativa.
A pesar de las encuestas que tres semanas antes los dan como perdedores, los promotores del 18 por ciento se muestran optimistas y han tomado la ofensiva en la propaganda poblica. La tercera semana de agosto han distribuido, casa por casa, en importantes concentraciones urbanas del pa¡s, un folleto de diecis’is p ginas reiterando los argumentos a favor.
Para los que est n en contra -entre ellos las iglesias, el gran empresariado y una gran parte del mundo asociativo- un elemento hist¢rico los tranquiliza: el rechazo en las cinco votaciones anteriores durante las oltimas tres d’cadas a todas las propuestas que intentaban reducir constitucionalmente el nomero de extranjeros que habitan en Suiza. (Euro/QR/Au-Og-Ong/cs-Pb/ap)
Sergio Ferrari