Tres semanas llevaba de vida el presente año. Para ser más exactos, veintiún días. El país se debatía en una grave crisis social, económica y política. No muy distinta del resto de los países de América Latina. Esa Nación, en el noroeste del continente, era conocida por uno de los enclaves turísticos de gran belleza natural: las Islas Galápagos, en el Océano Pacífico. Y sus quelonios, apreciados por sus enormes tamaños.
La aguda crisis del Ecuador con una desocupación, medida en enero de 2000, trepó al 15,1% de su población. El salario real- que a comienzos del 98- era de 105 dólares cayó estrepitosamente ûdos años después- a un tercio, cerca de 35 billetes estadounidenses.
El Gobierno de Jamil Mahuad no podía dar respuestas a los reclamos populares. El hartazgo había ganado a la población. Y así fue como el 21 de enero de 2000, los diferentes grupos indígenas, junto a movimientos sociales y un grupo de la oficialidad joven de las Fuerzas Armadas protagonizaron un alzamiento popular que finaliz¢ con el derrocamiento de Mahuad. Se conforma una Junta de Salvaci¢n Nacional integrada por Antonio Vargas, l¡der de la Confederaci¢n de Nacionalidades Ind¡genas del Ecuador (Conaie); Carlos Sol¢rzano, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia y el Coronel Lucio Guti’rrez. Este oltimo renunci¢ siendo reemplazado por el General Carlos Mendoza, ex Ministro de Defensa de Mahuad.
Entre idas y vueltas, el Congreso de la Naci¢n design¢ al frente del Ejecutivo al entonces vicepresidente Gustavo Noboa. La dolarizaci¢n, las resistencias a las privatizaciones de los resortes del Estado, forman parte de la historia reciente.
Sobre estos candentes temas, y luego de participar en el Tercer Encuentro Nacional por un Nuevo Pensamiento, organizado por la Central de Trabajadores Argentinos, Virgilio Hern ndez -del Movimiento indigenista Pachakutik dialog¢ -en la Ciudad de Buenos Aires- en exclusiva con Informativos.Net.
Luego de los hechos que en enero de 2000 culminaron con el derrocamiento de Jamil Mahuad, +cu l es el saldo de aquel alzamiento popular y c¢mo est hoy la situaci¢n en Ecuador?
La gesta de enero es un triunfo pol¡tico, aunque es al mismo tiempo, y parad¢jicamente, una derrota program tica. Es un triunfo pol¡tico porque, en primer lugar, a la gente le devuelve el sentido de recuperar la confianza en que se puede, en que cuando nos dicen que los ciclos se hab¡an cerrado y que ahora hab¡a un pensamiento onico, cuando nos se_alan que no hay otra alternativa que los caminos del neoliberalismo, se plantea en escena otras posibilidades, otras alternativas, otras propuestas.
Pero al no lograr consolidarse el movimiento, al asumir (Gustavo) Noboa un nuevo Gobierno, un Gobierno remozado y, al seguir este Gobierno remozado con la pol¡tica de Mahuad es una derrota program tica, que en este momento ya empieza a hacerse sentir sus efectos en Ecuador. La dolarizaci¢n ha profundizado la crisis econ¢mica de ya una sociedad inequitativa, una de las m s inequitativas del mundo, creo que s¢lo Hait¡ es m s inequitativa que el Ecuador. La diferencia entre el 5 por ciento m s pobre y el 5 por ciento m s rico, en el Ecuador, es de 1 a 209, lo cual es una brutalidad, porque as¡ no es posible pensar en el tema de la democracia, no es posible pensar en el tema del desarrollo. As¡ no funciona ningon esquema institucional que sea capaz de paliar el conflicto social de esta sociedad inequitativa, que ahora se agravado m s con la dolarizaci¢n. Los mitos sobre los que sent¢ la dolarizaci¢n, era el control de la inflaci¢n, la reactivaci¢n productiva, la inversi¢n extranjera, el aumento de nuestras exportaciones, tambi’n una econom¡a que iba a favorecer, b sicamente, a los ciudadanos, en la medida que iban a llegar productos m s baratos del exterior.
¨Se cumpli¢ alguno de esos mitos?
Hoy, termin ndose el a_o, la inflaci¢n, que nos dicen los mismos organismos oficiales es del 100 por ciento en d¢lares. La tasa de inter’s fluctoa entre el 18 y el 25 por ciento en d¢lares. Obviamente con eso no es posible pensar en ninguna recomposici¢n del aparato productivo. No hay programas dedicados a la reactivaci¢n productiva, menos del agro. Las exportaciones han ca¡do brutalmente en estos a_os, porque adem s es un grupo que siempre se ha beneficiado del Estado, un grupo rentista que siempre hab¡a aprovechado del Estado y de las devaluaciones. Hoy, ya en este a_o, con una franca ca¡da desde el a_o pasado, se exportaron 500 millones menos que en 1999.Esa es la situaci¢n econ¢mica del Ecuador.
Ahora, han habido hechos coyunturales que han permitido flotar el proceso de la dolarizaci¢n, que eso tambi’n hay que reconocer. El Presupuesto del Estado estaba pensado con un precio base de 14 d¢lares el precio del barril (de petr¢leo) pero luego se hizo un reajuste para que el valor del mismo fuera de 17 d¢lares. El petr¢leo ecuatoriano se ha estado vendiendo en 25 d¢lares, y ha habido meses en que el precio ha sido m s alto, lo que le dar al Gobierno, aproximadamente, 1100 millones de d¢lares extras que no estaban presupuestados, que han sostenido el proceso de la dolarizaci¢n. Un elemento, que ya empieza a ser fundamental es la remesa de los migrantes. Se calcula que en estos dos oltimos a_os, del Ecuador han salido m s de 1 mill¢n de personas. Esto, en t’rminos econ¢micos significa el ingreso, en este a_o, de m s de 1250 millones de d¢lares que provienen de los compa_eros, de los hermanos que han sido expulsados de nuestro pa¡s. Al mismo tiempo es una v lvula de escape que desplaza el conflicto, porque si no este nomero de personas presionando por empleo, por educaci¢n, por salud, por servicios. Entonces, no s¢lo porque le aliviana (al Gobierno) su econom¡a, por un importante ingreso de recursos, m s significativa que alguna de las exportaciones tradicionales del Ecuador, sino que es una v lvula que desactiva el conflicto.
Reci’n, hac¡as referencia al incremento del precio de venta del barril. Ese mayor ingreso, +se traducir en una mejora de la calidad de vida del ecuatoriano o tendr como destino el pago de intereses de la deuda externa del pa¡s?
El Presupuesto de este a_o dedica el 52 por ciento para la deuda y el que est proformado para el 2001 contempla el 43 por ciento. La famosa renegociaci¢n de la deuda signific¢ apenas, un ahorro del 14 por ciento, pero llev¢ a que el Ecuador se sometiera a condiciones m s severas. Primero, empez¢ a volver a pagar, que no lo estaba haciendo. Segundo, se establecieron medidas que sancionan la mora. Ecuador ahora se ha autopenalizado cuando no tenga las condiciones para poder pagar. No ha explicado, hasta ahora, el Gobierno de Noboa cu l es el destino de esos 1100 millones de d¢lares extra que tiene. Hace 15 d¡as, nosotros por primera vez, y desde la segunda Vicepresidencia del Congreso Nacional que ejerce un compa_ero nuestro, Antonio Posso, organizamos un encuentro de la sociedad civil para discutir el tema del Presupuesto. Antes, siempre hasta hoy, el tema del Presupuesto me imagino se discute como en todos lados: cuatro magos del Ministerio de Finanzas, cuatro magos en la Legislatura -que son los que conocen- y tratar de venderle a la poblaci¢n y presentarlo como un problema t’cnico, cuando el Presupuesto es una herramienta fundamentalmente pol¡tica.
Por eso es que nosotros dec¡amos que el pa¡s debe conocer adonde han ido a parar estos 1100 millones extras que la Naci¢n ha tenido por el incremento de los precios del petr¢leo. No hay respuesta (del Gobierno) frente a esto y ahora hay condicionalidades que obligan permanentemente al pago (de la deuda externa). Nosotros (el Movimiento Pachakutik) hemos planteado la necesidad que se genere un Fondo de Estabilizaci¢n Social, y de que esos recursos que provienen del petr¢leo sirvan, precisamente, para atender a los sectores que m s han sido golpeados por el modelo, que son la educaci¢n, la salud, el bienestar social, programas emergentes para enfrentar la cr¡tica y profunda situaci¢n de pobreza y miseria que vive en este momento el Ecuador.
+En cu nto se ha ampliado la base de los movimientos sociales que desembocaron en la ca¡da de Jamil Mahuad?
Esto es parte de nuestros retos fundamentales. En este momento, m s aon, cuando en el mes de setiembre se convoc¢ a una movilizaci¢n, que por estos hechos coyunturales que te hab¡a relatado, que dan una especie de estabilidad, de cierta tranquilidad, la movilizaci¢n no tuvo la respuesta que se esperaba. Esto ha obligado a que nosotros revisemos profundamente, y en este momento, hay toda una evaluaci¢n que precisamente, en los pr¢ximos d¡as, tanto la Conaie como los movimientos sociales va a recoger esta autocr¡tica que se est haciendo a nivel de las provincias. Hay una evaluaci¢n, muy profunda de la conducci¢n, tanto en nuestra fuerza, en los movimientos sociales, en el movimiento ind¡gena, en el movimiento pol¡tico, pero al mismo tiempo tambi’n la necesidad que tenemos de llegar a ciertos sectores de la poblaci¢n que no est organizada. Tambi’n, vamos a revisar cu l ha sido, hasta ahora, c¢mo ha repercutido el elemento de haber rupturado con una constante nuestra, que era la construcci¢n del poder. Hay que establecer una nueva s¡ntesis, sacar las lecciones de enero (de 2000) adecuadamente y, de igual manera, nos toca mirar como establecemos una pol¡tica lo m s amplia de alianzas que nos permita enfrentar, en este momento, los afanes de privatizaci¢n, sobre todo en lo estrat’gico, el petr¢leo, la electricidad, la seguridad social. Pero tambi’n pensarnos en una perspectiva para el 2002 (elecciones presidenciales) y para adelante. Nosotros sabemos que solos somos significativos, pero no suficientes y en este momento se trata de ser suficientes, porque lo que hay que hacer es modificar la correlaci¢n pol¡tica en el Gobierno. Y desde ah¡ pensar, tambi’n, en la posibilidad de seguir construyendo. De ninguna manera es nuestro onico prop¢sito, estamos pensando como una fuerza a largo plazo, pero, obviamente, modificar la correlaci¢n pol¡tica, tener condiciones m s favorables para la construcci¢n te permiten, tambi’n, pensar en distintos retos, en retos diferentes respecto a los objetivos y a los objetivos que nos animan.
Una de las fronteras del Ecuador linda con Colombia. La implantaci¢n del Plan Colombia ya ha hecho sentir sus efectos en algunos desplazamientos hacia tu pa¡s. Cuando el Plan ya est’ en marcha +cu les crees que ser n las incidencias del mismo en tu pa¡s?
El Plan Colombia es una muestra vergonzosa de lo que hacen gobiernos subordinados a una pol¡tica que tiene una ejida en los Estados Unidos. El Plan Colombia es una herencia dolorosa y vergonzosa que nuestro pa¡s soporta del corrupto Gobierno de Mahuad y las consecuencias del impacto del Plan Colombia son varias y las empezamos a sufrir.
Primero, creo que es importante asumir que el tema bajo el cual se presenta el conflicto es el combate al narcotr fico, pero efectivamente lo que se est buscando es implementar una derrota militar, una soluci¢n militar a un problema que, evidentemente, tiene causas pol¡ticas y sociales.
Segundo, hay un elemento estrat’gico que est en juego para la perspectiva imperial, en la perspectiva de la geopol¡tica de los Estados Unidos es fundamental el control de la cuenca del Amazonas, del r¡o Amazonas. Porque los recursos fundamentales del nuevo milenio son el agua y el ox¡geno. Y las mayores reservas que se tienen en el mundo, del agua y del ox¡geno, est n concentradas en la cuenca del Amazonas. Entonces, el Plan Colombia es parte de una estrategia global que apunta a eso. Al involucrarse el Ecuador en el Plan Colombia, b sicamente, a trav’s de la Base de Manta, desde donde se har n las operaciones de inteligencia, estamos contribuyendo a la guerra y a la soluci¢n militar de un problema que tiene causas pol¡ticas y sociales. Estamos contribuyendo al desangre de ese pa¡s hermano, cuando el papel de un Gobierno preocupado por la situaci¢n de Am’rica Latina, preocupado la situaci¢n de la regi¢n, debi¢ haber sido m s bien en ser un mediador para una soluci¢n pol¡tica y pac¡fica del conflicto. ¨Qu’ ha pasado adem s? Que el Ecuador se ha convertido en un actor m s de un conflicto, que no es su conflicto, que no tiene la capacidad de entenderlo y que tampoco tiene mecanismos para controlarlo. Cuando el Gobierno de Mahuad, y luego esta administraci¢n, totalmente subordinados a la pol¡tica y a la geopol¡tica estadounidense, asumen la Base de Manta est n convirti’ndose en un actor m s del conflicto, y por lo tanto el territorio del Ecuador se convierte en un blanco posible de los actores beligerantes.
En tercer lugar, hay un elemento que puede afectar al equilibrio de las cuentas fiscales del Estado: 30000 barriles diarios de nuestro petr¢leo se bombean a trav’s del oleoducto transandino que va por Colombia. Al ser el Ecuador parte de ese conflicto hay un motivo m s para que los actores beligerantes del conflicto puedan atentar permanentemente contra el ducto, lo cual va a afectar tambi’n en el tema presupuestario.
Al margen de estas consideraciones econ¢micas instrumentales, lo fundamental es el conflicto humano, que lo que est haciendo en este momento el Ecuador, el Estado ecuatoriano es asumir al pa¡s como un espacio, que desde por un lado se presiona, b sicamente, a la guerrilla, se impide que la guerrilla se movilice por ese lado de la frontera, y, al mismo tiempo le sirve para que sea un territorio que permita el desplazamiento, b sicamente, de las comunidades, de los campesinos, de los civiles que est n en medio de las fuerzas beligerantes. Eso es parte del drama, que ya se empieza a vivir. Sin embargo, creo que de ninguna manera esto puede desarrollar un sentimiento anti hermanos de Colombia, sino todo lo contrario. Nosotros que tenemos una de las Prefecturas fronterizas, precisamente, la m s involucrada que es la de Sucumbios, estamos pensando c¢mo tenemos que contribuir para que el tema de los desplazados sea un elemento que se trate con la dignidad y con la fraternidad de hermanos que son sujetos de desplazamiento por objeto de la violencia y c¢mo se puede establecer una inserci¢n adecuada en nuestra sociedad. En segundo lugar, c¢mo desde nuestros espacios podemos contribuir a ser, por lo menos, una voz que permanentemente est’ llamando la atenci¢n sobre la necesidad de una soluci¢n pol¡tica y pac¡fica al conflicto que en este momento est envuelta Colombia. Ya no podemos decir: el Ecuador es neutral, el Ecuador, obviamente ya no es neutral, por lo tanto, la posici¢n de las fuerzas progresistas democr ticas, y la nuestra del Movimiento Pachakutik, es que el Ecuador tiene que ser un factor gravitante en contribuir a generar espacios para la discusi¢n en torno a una salida negociada. Que (Ecuador) tiene que ser un territorio neutral que permita conversaciones de paz. Ya no podemos seguir teniendo una posici¢n de que no tenemos nada que ver, estamos directamente involucrados.
Alberto Bastia
Jefe Corresponsal¡as INformativos.Net en Am’rica Latina