¿Cómo evalúan ustedes el posicionamiento del Presidente Jorge Batlle en lo que a materia de derechos humanos se refiere?
La asunción de Batlle, de alguna manera, tiene un aspecto positivo porque para los Gobiernos anteriores, el tema de los Derechos Humanos (DDHH) no existía, estaba laudado, estaba terminado.
Desde la sociedad civil se insistía, se hacían manifestaciones, pero el hermetismo era total.
Este nuevo posicionamiento del titular del Ejecutivo, de Batlle, de alguna manera instala el debate, que inclusive tiene su repercusión en los medios de prensa, o sea, había medios que acá no te hablaban del tema.
El Gobierno habla de esto y entonces no se puede obviar. Por lo tanto, esto es importante porque permite tener un eco mayor en la temática.
Nosotros lo hemos saludado como y un aspecto positivo.
También hay que tener en cuenta lo que pasa en plano internacional hay que ver las vinculaciones con las cosas que están pasando en el mundo, Chile, Argentina. Pero dentro de la sociedad uruguaya hay un sector, que todo lo sigue viendo desde la comarca Uruguay y dice, «esto en realidad es porque a Batlle le interesa el tema de los DDHH porque el Gobierno, en definitiva termina haci’ndose eco de nuestra movilizaci¢n» y no le encuentra ninguna relaci¢n con lo que acontece en el plano internacional.
+En Uruguay ustedes han sido los onicos que han presentado causas judiciales, o tambi’n o Han hecho organismos de derechos humanos?
La onica organizaci¢n que ha presentado causas en Uruguay, en Argentina, en Espa_a, en Chile, ha sido el PIT/CNT.
Los dem s no han presentado eso, porque yo creo que para el resto de la sociedad civil, el tema de los DD.HH., desde ese punto de vista (el judicial) estaba cerrado.
Todo quedaba centrado a la voluntad de que encontraras un Presidente, que de alguna manera tuviera alguna iniciativa con el tema, ya no de la justicia, sino con el tema de la verdad.
¨Cu l es la posici¢n adoptada por la Secretar¡a de derechos humanos frente a los discursos de tema laudado?
Nosotros en el oltimo 1¡ de mayo, el discurso que hizo el movimiento sindical, dijimos: «sobre esto tenemos que dar a la sociedad una explicaci¢n, m s global, de por qu’ suceden estas cosas». Y ello, sin dejar de decir que es un m’rito importante que el Presidente de la Repoblica hable de esto.
Pero sucede que la brecha para la impunidad se empez¢ a abrir hace ya tiempo y, ac en el Uruguay tambi’n est n abiertas, desde nuestra Comisi¢n hace tiempo que lo sostenemos, pero no hemos logrado instalarlo y materializarlo en algo.
La Ley de Caducidad, tiene algo parecido a la ley de impunidad de Pinochet. La ley de impunidad de Pinochet amnist¡a todos los delitos cometidos en un periodo, entonces la concesi¢n esa que sostiene que el delito continuaba, es lo que ha permitido hallar esa brecha.
Recordemos que la Ley de Caducidad de la pretensi¢n Punitiva del Estado (15.848) fue promulgada el 22 de diciembre de 1986 y aprobada de manera definitiva por un plebiscito popular realizado en abril de 1989. As¡ las cosas, la impunidad qued¢ consagrada para todos los involucrados en las denuncias por violaciones a los derechos humanos.
¨C¢mo han analizado ustedes la creaci¢n de la Comisi¢n para la Paz?
La explicaci¢n que le encontramos a todo esto es que se da en el marco de algo que tambi’n satisface a las Fuerzas Armadas, porque Batlle les ha dicho, «por esto no va a ir nadie preso», y as¡ sigue garantizando de que ac no va a pasar nada dentro de este terreno.
¨M s all de que ellos tienen la garant¡a de que no van a ir presos, en cierta medida, no provoc¢ algon tipo de malestar en el seno de las Fuerzas Armadas la decisi¢n de Batlle de crear la Comisi¢n para la Paz?
S¡, l¢gico, pero tampoco les cae mal. Hay un tema muy importante y que el movimiento sindical marc¢ que es el famoso «estado del alma» que habla el Presidente Batlle. Creemos que el Gobierno democr tico tiene que hacer un deslinde poblico, de que el onico material que existe ac publicado por el Estado, sobre la realidad de los a_os de la dictadura, fue un libro que escribi¢ la Junta de Comandantes en Jefe uruguaya, que se llama: «La Subversi¢n'» o algo por el estilo. All¡, ellos cuentan toda la versi¢n del «terrorismo», de la «violencia», plantean el tema del «enemigo comon».
Ahora, esa es la onica cosa escrita que hay en este pa¡s.
Entonces es importante que haya por parte de los Gobiernos democr ticos, un posicionamiento, decir, «esa no es la verdad hist¢rica» y eso efectivamente molesta a los militares.
Y, por el otro lado, hay cosas que no estaban claras y siguen sin estar claras. Por ejemplo, Batlle fue a los clubes militares a tranquilizarlos, y todo lo dem s, respecto a la creaci¢n de la famosa «Comisi¢n para la Paz». La cuesti¢n era ver que se iba a hacer con el tema de los desaparecidos. Porque ‘l dice, yo voy a encontrar los restos. Batlle lo que dice es que va a devolver restos.
Pero esos restos los va sacar de la unidad tal, entonces vos dec¡s, los Jefes de la unidad eran fulano, sultano y mengano y, entonces +qu’ se hace? Batlle en lo que los ha tranquilizado es que ‘l dice: «el tema de la relaci¢n con las FF.AA. la mantengo yo, la informaci¢n la recibo yo».
+Entonces no tiene sentido conformar una Comisi¢n?
Claro, ma_ana ellos van y te traen una bolsita con los huesos y te dicen: «estos son los huesos de fulano de tal», +de d¢nde salieron? Entonces el objetivo de todo esto terminaba siendo una comisi¢n entregadora de restos. Como todo eso, te digo, hasta ahora, no ha estado claro para nadie, porque hay cosas que reci’n se van a empezar a ver con el transcurrir del tiempo.
¨C¢mo decidieron integrar la Comisi¢n, fue muy discutido esto dentro del PIT/CNT?
S¡, te dir’ que si tuvo algo bueno todo esto es porque nosotros preve¡amos de que en algon momento esta iba a ser una jugada por parte del Gobierno. Cuando nosotros tuvimos, el fallo favorable, en la onica causa por desaparecidos que hubo ac en Uruguay -aparte de la de Sim¢n Riquelo- fue el caso de Elena Quinteros.(Para una ampliaci¢n del tema ver los comunicados del PIT/CNT: «Uruguay: Sara M’ndez solicit¢ -a la justicia argentina- la realizaci¢n de pruebas tendientes a la ubicaci¢n de su hijo Sim¢n» y «El tribunal de apelaciones confirm¢ la sentencia dictada por la Dra. Jubette en el caso de Elena Quinteros», publicados por Informativos.Net).
Cuando nosotros ganamos esa causa, ‘l (Batlle) viene a proponernos una transacci¢n o algo por el estilo, ah¡ nosotros empezamos a sospechar que su movimiento era meter al movimiento sindical en su estrategia.
¨Por qu’ raz¢n?
Porque Familiares, en general no tiene posici¢n, dicen ac la justicia est laudada por un plebiscito, la Ley de Caducidad, por lo tanto dicen, «no se puede ir contra eso».
Quien ha presentado causas en otro lado hemos sido nosotros, entonces Batlle, dice, vamos a meter a estos adentro de esta Comisi¢n para neutralizar las posibilidades de que sigan abriendo causas en Italia… y ac . Entonces, cuando aparece esto dentro del movimiento sindical, efectivamente nosotros hacemos esa lectura.
Pero lo que prim¢ y, eso tambi’n es importante, es que en el onico lugar donde hubo una discusi¢n, democr tica, me refiero a que no fue una decisi¢n personal de Jorge D’Elia (dirigente hist¢rico del PIT/CNT integrante de la Comisi¢n para la Paz) participar en la Comisi¢n.
Aon mismo dentro del Frente Amplio, de la izquierda uruguaya, la integraci¢n de Gonzalo Fern ndez 8representante de Tabar’ V zquez -l¡der del Frente Amplio- en la Comisi¢n para la Paz) no fue discutido en el seno del partido.
Es m s, los objetivos de esta comisi¢n, que plantea no investigar y no cumplir el art¡culo 4¡ de la Ley de Caducidad, va en contra de decisiones de la izquierda, que en el oltimo Congreso defendi¢ eso. (En su art¡culo 4¡ -la Ley recomienda al Poder Ejecutivo la investigaci¢n del paradero de restos de los uruguayos que permanecen desaparecidos hasta la fecha).
Quiere decir, que el movimiento sindical, por lo menos, lo discuti¢ antes de decidir si se participaba, adem s se sacaron algunos elementos de cr¡ticas y de condicionamientos. Entre ellos, que no se pod¡a seguir ascendiendo militares, tomar distancia de esto y adem s una reafirmaci¢n de que la entrada en esta Comisi¢n no significaba, en ningon aspecto, abandonar la l¡nea que ten¡amos planteada y definida hace mucho tiempo.
Entonces esto, en definitiva, no nos va a imposibilitar hacer las cosas que ten¡amos planteadas.
¨Con ustedes la estrategia desplegada por Batlle, de hacer invitaciones personales a integrar la Comisi¢n no funcion¢?
No, desde luego, fue un tema muy discutido. El hecho concreto es que Batlle que digitaba, que invitaba a fulano, en forma personal y todas esas cosas que intent¢ hacer ‘l, en el caso nuestro no funcion¢.
D’Elia vino ac y dijo, yo soy militante sindical, pero quiero que todo el movimiento sindical me de el aval y discuta. Lo discutimos y ah¡ se voto por mayor¡a y eso es una se_al distinta, por lo menos para la sociedad es una se_al distinta.
La gran molestia de Batlle, fue porque supo que D’Elia iba a trabajar con la Comisi¢n de DD.HH. del PIT/CNT, que se iba a asesorar con ella. Y es l¢gico que lo haga.
La intenci¢n de Batlle era tenerlos a todos sentados ah¡, es m s, en determinado momento hasta hubo declaraciones poblicas que dec¡an «este tema, los que lo van a trabajar son: P’rez Aguirre (sacerdote jesuita miembro de la Comisi¢n para la Paz), Ramela (representante de Batlle en la Comisi¢n) y Gonzalo Fern ndez. D’El¡a, de alguna manera lo que va a hacer es dar el marco moral».
Nosotros a eso hemos dicho, de adorno no estamos, vamos a ser marco para qu’, si no sabemos c¢mo es el cuadro. Entonces eso a ellos, efectivamente, les molesta porque si pensaron que iban a lograr la presencia del movimiento sindical como un adorno no va a ser as¡.
¨Concretamente que se proponen hacer en la Comisi¢n?
Ahora estamos trabajando a full, para lograr de esa Comisi¢n, lo m ximo que se pueda lograr, pero eso que se logre sirva para los objetivos que tenemos planteados, m s a largo plazo. Nosotros vamos a aportar toda la documentaci¢n necesaria para avanzar en el esclarecimiento de las violaciones a los derechos humanos y establecer la verdad sobre el destino de los detenidos desaparecidos. Desde el movimiento sindical sostenemos que la manera para resolver el tema con justicia y verdad es con la aplicaci¢n del art¡culo 4 de la Ley de Caducidad.
Pero los objetivos que se ha propuesto el Presidente con la Comisi¢n nada dicen de hacer Justicia m s bien habla de un punto final S¡, Batlle quiere con esto un punto final, quiere cerrar el tema.
Pero es muy dif¡cil cerrarlo. Esto tiene una l¢gica que tambi’n Batlle se ha dado cuenta, en otros terrenos para vos salir al cruce de todas estas cosas, dec¡s, acuerdos de masas, organizaciones, ac un ciudadano, que dice «a m¡ esto no me conforma», y esto el tambi’n lo ha percibido. Entonces lo onico que puede hacer: lograr un consenso popular, imaginario en la gente, tan grande que aquel tipo que ma_ana diga «a m¡ esto no me satisface, y voy a un juzgado y presento una causa» sea considerado casi como un hereje, m s all de que est defendiendo la justicia.
Esa es una situaci¢n que, de alguna manera, casi est planteada, con el caso de Elena Quinteros. Lo ve¡an como que esto era una piedra que se estaba poniendo en el camino, cuando en realidad lograstes algo que durante 23 a_os nadie lo hab¡a logrado y que pensaban que no se pod¡a lograr. Nosotros discutimos con organismos de DDHH, con abogados que nos dec¡an que no, que esa v¡a (la judicial) estaba muerta, que no se pod¡a recorrer. Nosotros demostramos que se pod¡a recorrer y se gan¢.
Por el otro lado, pienso que de alguna manera, el Uruguay est muy parado a nivel internacional a nivel de cumplimiento de los convenios y los tratados de DD.HH., el Gobierno hasta tiene observaciones realizadas. Con este movimiento, de alguna manera, lo pone en mejores condiciones, hasta parece que crea una «Comisi¢n de la Verdad», no es eso. Segon como la presenten ellos, al menos, quedan mejor parados se han preocupado por el tema, han reconocido el tema, han hecho algunos esfuerzos por ubicar a alguno de los gurises (ni_os) y algon resultado de esto van a lograr. Y con eso se termin¢.
¨C¢mo hacer entonces para que esta Comisi¢n no quede legitimizada como una «Comisi¢n de la Verdad» que establezca un punto final?
La labor que nosotros tenemos desde la Comisi¢n de DDHH del PIT/CNT es lo que te puede permitir que no termine legitimizada como un Punto Final.
Nosotros vamos a seguir con la presentaci¢n de causas judiciales, seguimos mandando testigos a Espa_a, yo calculo que en los pr¢ximos meses saldr n las causas que van a correr en Italia, ya est n presentadas, ya est n armadas, falta la decisi¢n del Fiscal, para saber cual de las causas que presentamos -presentamos 6 causas- toma. Yo creo que por lo menos hay 2 ¢ 3 causas que reonen los requisitos.
Y, bueno, en eso estamos, trabajando muy full time, en el tema de armar todos los testimonios que hay, plantear algunas iniciativas a la Comisi¢n para la Paz, de cosas que se tienen que hacer.
+Aparte de los casos de Elena y Sim¢n, tienen previstos presentar otros ante la justicia?
Aparte de los que ya est n abiertos, en realidad nosotros tenemos armando varios casos que se podr¡an presentar ya. Pero sobre ello aon no daremos detalles.
Desde el punto de vista de una pol¡tica de denuncia nosotros estamos muy solos ac , ten’s que estar empujando a los organismos, por ejemplo sobre el desafuero de Pinochet +ustedes recibieron algon pronunciamiento desde Uruguay?
Si el de ustedes
Ellos dicen (los organismos de derechos humanos) no nos pidan pronunciamiento sobre estas cosas. Cosa que no es as¡, hist¢ricamente Familiares se pronunciaba, Servicio de Paz y Justicia es otro organismo, que le costaba sacar un comunicado y decir, «esto est bien o est mal», pero es un silencio total.
+En el caso de Familiares han redefinido su rol y ese es la recuperaci¢n de los restos?
S¡, pero tambi’n hay otras cosas que uno no entiende. Por ejemplo, con el caso Sim¢n Riquelo, empez¢ toda una campa_a contra Sara -M’ndez- muy fuerte ac . Dec¡an que el acoso a la familia (la adoptante del hijo de Sara M’ndez, desaparecido durante la dictadura) y hubo organismos que inclusive hicieron declaraciones poblicas, sosteniendo que todos eran v¡ctimas, sin aclarar quienes eran los victimarios.
En determinado momento, Sara, comenz¢ a plantearle a los organismos que ellos conoc¡an que no se hab¡a presentado un caso ante la Justicia por antojo y que antes hubo intentos de arreglo. Fuimos a la v¡a judicial porque no nos dejaron otra.
Nadie se pronunciaba, tuve yo que escribir una carta para contar la historia porque los organismos admitieron la campa_a de impunidad que comenz¢ a hacer la derecha, despu’s empezaron a aparecer pronunciamientos muy t¡midos.
En lo que respecta a la situaci¢n internacional +c¢mo la evaloan desde los organismos de derechos humanos y desde la Comisi¢n?
No hay reflejos de ver, tampoco el plano internacional, nosotros cosa que pasa en Chile, en Argentina, en Paraguay, tomando todo eso intentamos dar una visi¢n global del tema.
+La Comisi¢n mantiene contactos con los organismos?
Ac en el movimiento sindical, m s all de que efectivamente es la Comisi¢n de DD.HH. la que se encarga del tema, todas las cosas que hemos hecho las hemos discutido con los organismos. Salvo en este tema de si integramos o no la «Comisi¢n para la Paz», siempre hemos tenido unanimidad en todo, no hemos tenido votos en contra, es m s un reconocimiento desde el punto de vista del trabajo que hemos hecho. A lo cual es otro elemento importante a considerar, desde el punto de vista de analizar la situaci¢n con relaci¢n al tema de DD.HH.
¨Mucha expectativa con la Comisi¢n no tienen?
No, no, pero la decisi¢n de integrarla fue para no quedar aislados. Vamos a estar ah¡ hasta que sucedan algunas cosas, siempre estuvo claro que la permanencia estuvo condicionada a ver la realizaci¢n de hechos concretos.
Una de las cuestiones que m s han llamado la atenci¢n es el hecho que el movimiento sindical en Uruguay sea el promotor de causas judiciales por las violaciones a los derechos humanos, tarea que hist¢ricamente han llevado adelante, al menos en los piases vecinos, los organismos de derechos humanos. S¡ es una de las cosas que llama la atenci¢n que una central de trabajadores tenga un rol tan importante en materia de DD.HH. En otros pa¡ses las centrales, de alguna manera acompa_an pero no tienen dentro de sus prioridades el tema tal como la tarea que viene llevando adelante el PIT en materia judicial. Aclaro que la Comisi¢n de DD.HH. del PIT no es apoyo de ninguna organizaci¢n, ya que tienen su propia pol¡tica, no somos apoyo de pol¡ticas que se definen en otro lado.
Siempre tratamos de lograr los m ximos acuerdos, a veces hasta hipotecando los tiempos pol¡ticos, como por ejemplo, el recurso de amparo que se gan¢ (caso Elena Quinteros) lo interesante hubiera sido gan rselo a Sanguinetti (anterior Presidente de la Repoblica).
Raol Olivera se est refiriendo al fallo en el que el Tribunal de Apelaciones, por unanimidad confirm¢ la sentencia de la Dra. Estella Jubette el pasado 17 de mayo, en la cual se amparaba a Mar¡a Quinteros (madre de la desaparecida maestra) en su derecho a la informaci¢n. Asimismo en la sentencia se conden¢ al Estado a dar cumplimiento al Art. 4to de la Ley de Caducidad y a la Convenci¢n sobre desaparici¢n forzada de personas, para que se determine las circunstancias de la desaparici¢n de Elena Quinteros.
¨Por qu’ no le ganamos a Sanguinetti?, porque estuvimos un a_o discutiendo con los organismos el tema. Al final, no nos pusieron trabas, pero no nos apoyaron. Hasta el abogado que tenemos en esa causa es un abogado laborista, no es un abogado de DD.HH. porque no consegu¡amos abogados de DD.HH. que quisieran trabajar en esto.
+Ni siquiera los abogados de derechos humanos de los organismos?
Los abogados de DDHH que est n en los organismos, est n en otra l¢gica, en la de la Ley de Caducidad, es un cap¡tulo cerrado, se termin¢ esa v¡a (la judicial), jur¡dicamente est cerrado, sostienen Ellos dicen, ac tuvimos un pronunciamiento popular, perdimos ah¡ por lo tanto es de buen perdedor aceptar que esa es la l¢gica para el futuro (el pronunciamiento popular al que se refiere es el refer’ndum m s arriba mencionado).
Nosotros no nos planteamos derogar la Ley de Caducidad, si con ella misma podemos hacer mucho, ella no imposibilita continuar las causas, el art¡culo 4 as¡ lo establece.
M¢nica Escayola
Corresponsal Informativos.Net en Am’rica Latina