La Cumbre Social Mundial «Copenhague 5» clausuró este viernes sus deliberaciones, sin ningún avance significativo. A pesar del enorme «show» mediático protagonizado por 6800 delegados e invitados de 180 países que participaron en el evento, según datos suministrados por los organizadores, nada nuevo surgió de la sesión que duró cinco días.
Una cumbre «devaluada» como señalan analistas críticos que mencionan que sólo 27 jefes de Estado o de Gobierno participaron en la sesión plenaria, contra 117 que estuvieron presentes en Copenhague, Dinamarca, cinco años atrás.
Pascal Couchepin, representante de Suiza, país anfitrión de esta Cumbre, debió reconocer «resultados modestos», término diplomático para esconder la realidad: ningún avance sustantivo.
«La resolución final no es muy vigorosa, le falta esencia, refleja la complejidad de intereses en juego», declaró el miembro del ejecutivo helvético.
En términos generales se ratificaron los mismos objetivos ya definidos hace cinco a_os en la capital danesa, donde se reuni¢ la primera Cumbre Social de la ONU.
Entre ellos, la reducci¢n de la pobreza a la mitad de aqu¡ hasta el a_o 2015 y un aumento de la ayuda poblica a la cooperaci¢n que deber¡a llegar al 0.7 por ciento de la producci¢n total nacional de los pa¡ses «enriquecidos».
Esta es una definici¢n ret¢rica ya anticipada en la Cumbre de R¡o de 1992 y nunca cumplida. Por el contrario, los pa¡ses desarrollados reducen constantemente el porcentaje de los fondos asignados a la cooperaci¢n.
En cuanto a la deuda de los pa¡ses del Sur, tampoco se perfil¢ ninguna conclusi¢n novedosa. La declaraci¢n se limita a avalar las decisiones tomadas el a_o pasado por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, de suavizar las obligaciones, minoritarias, de los pa¡ses altamente empobrecidos.
Voceros de Jubileo 2000, la campa_a en pro de la anulaci¢n de la deuda externa de los pa¡ses del Sur hab¡an anticipado datos sustanciales: a pesar de la ret¢rica de los organismos internacionales, ninguna resoluci¢n sustantiva del drama de la deuda se ha materializado en los oltimos doce meses.
El mismo viernes, las organizaciones no gubernamentales helv’ticas, en nombre de sus pares europeas e internacionales, criticaron firmemente a la Cumbre, los gobiernos participantes y los tibios resultados.
Ningon compromiso serio, ningon plazo a cumplir, ninguna medida que obligue a los estados a rectificar sus pol¡ticas de polarizaci¢n social. Tal es la constataci¢n de los organismos no gubernamentales que comprueban, con cierta amargura, el fracaso de la Cumbre de Ginebra.
Sus voceros reconocieron que en cada tema sustantivo e importante los representantes de los pa¡ses del Norte y los del Sur esgrimieron ideas diferentes. Y constataron, con preocupaci¢n, que el onico punto en comon fue el de rechazar cualquier revisi¢n de los acuerdos de Copenhague dentro de cinco a_os, en el 2005, tal como propon¡an representantes de la sociedad civil internacional.
La principal conclusi¢n de los organismos no gubernamentales helv’ticos e internacionales, fue la de reiterar que se unir n a los movimientos sociales para movilizarse y luchar contra la pobreza y a favor de la promoci¢n de m s justicia social en el mundo.
Estas organizaciones tiraron a la basura, el jueves, delante la prensa internacional, varios ejemplares del informe «Un mundo mejor para todos», suscrito por las Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organizaci¢n de Cooperaci¢n y desarrollo econ¢micos.
Los voceros no gubernamentales criticaron al secretario de la ONU, Kofi Annan, de haber sucumbido a las presiones del gran capital internacional y sus organismos propios.
La Cumbre de Ginebra es considerada en medios cr¡ticos de prensa europea como un «fracaso». Un comentario de la radio suiza de este viernes indicaba que «los representantes deber¡an hacer una Cumbre Social en un pa¡s del sur, en albergues simples, con gastos de dos d¢lares por d¡a… para poder realmente hablar de la miseria en el mundo». Es f cil analizar la pobreza, completaba el comentario, en hoteles de gran lujo en una de las ciudades m s caras del mundo.
La Cumbre no logr¢ definir y clarificar criterios operativos para enfrentar la pobreza. Y, adicionalmente, fue el escenario de un nuevo punto de ruptura pol¡tica y conceptual entre gobiernos y representantes de movimientos sociales y organismos no gubernamentales.
Fue una ocasi¢n onica desperdiciada. Una nueva prueba que los grandes patrones econ¢micos del planeta y sus gobiernos afines no est n dispuestos a rectificar en nada una mundializaci¢n que beneficia cada vez m s a cada vez menos personas y condena a la pobreza extrema a la mitad de humanidad. (Euro-Mu/QR/Onu-Ong-Oi/Pp-Pe/ap)
Sergio Ferrari
LA CUMBRE SOCIAL MUNDIAL COPENHAGUE – 5 TERMINA SIN AVANCES CONSIDERABLES
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